Así se puso de manifiesto en una reunión celebrada en la Mancomunidad del Sureste, que contó con la presencia del Viceconsejero de Agricultura y Ganadería, Alonso Arroyo, el director general de Agricultura, Domingo Bueno, y los alcaldes de Ingenio, Agüimes y Santa Lucía de Tirajana, y permitió evaluar la situación fitosanitaria del sector, como se ha venido haciendo desde que se anunció la entrada de esta plaga en las Islas. Se reiteró a los productores la necesidad de mantener limpios y en buen estado sus cultivos e invernaderos.
A pesar de las recomendaciones se ha observado que hay productores que no cumplen con el catálogo de buenas prácticas, y según se destacó en la reunión, el cuidado integral de las instalaciones es fundamental para evitar la afección de estas plagas.
De hecho, de la sanidad del cultivo depende el que los agricultores puedan seguir exportando tomate y contar con ayudas, puesto que la fruta afectada de ‘tuta absoluta’ no se admite en los puntos de destino, con lo que se pierde no sólo la cosecha, sino el transporte de la misma y su buena imagen en los mercados europeos.
La llamada polilla del tomate o ‘tuta absoluta‘ es una plaga ya presente en las islas que ha causado daños muy importantes en plantaciones de la Península.
La Consejería lleva un año desarrollando un importante calendario de actuaciones para dar a conocer este mal, y la colaboración del sector se antoja esencial en un momento en que el tomate de exportación comienza a reflotar su complicada situación.
Los cuidados que los técnicos del departamento autonómico de Sanidad Vegetal están aplicando en Canarias ya han dado buenos resultados en la Península, e inciden en la necesidad de efectuar un buen cerramiento del cultivo, utilizar dobles puertas y cuidar las mallas, añade el Ejecutivo.
Europa Press