Cancún: La ‘sinrazón’ de la Comisión Europea

Artículo de opinión de José María Fresneda – secretario general de ASAJA de Castilla- La Mancha
El fracaso de Cancún no ha hecho sino poner de manifiesto que la Comisión Europea ha estado manipulando a la opinión pública a la hora de contar las virtudes del multilateralismo comercial y, por lo tanto, del sometimiento voluntario previo a los cambios esperados.

Si en Cancún las negociaciones hubiesen llegado a puerto (nunca bueno), se habría notado menos la estrategia de la Comisión, que no es otra que justificar las decisiones de política interna a través de supuestas presiones internacionales. El objetivo de financiar la ampliación con el presupuesto agrario se ha adecuado en una supuesta necesidad de reforma de la PAC para llegar a Cancún con los deberes hechos, y de ahí la congelación presupuestaria, la “modulación” y el desacoplamiento.

Pero al menos hay que agradecer al agresivo G-21 (también llamado G-20 o G-22, los puntos “G” siempre son difíciles de concretar) que haya puesto de manifiesto que ni había deberes, ni profesor ni examen.

Los deberes que la UE llevaba hechos no corresponden con las asignaturas (cajas ámbar, azul y verde), puesto que el nuevo Plan de Estudios las ha modificado e incluso estudia suprimirlas.

El profesor OMC ha sido sustituido en el caso de un alumno aventajado, los EE.UU., por el profesor particular “acuerdos bilaterales”, que tiene la ventaja de que como es particular, o te aprueba o no le pagas.

Y junto a ellos están los alumnos que acuden a las clases de apoyo, pero a los que no tienen demasiada consideración y siempre olvidan que son a ellos a los que más hay que ayudar, los países en vías de desarrollo, ya que el liberalismo no puede ser un objetivo y sí un instrumento de apoyo a los países menos desarrollados.

El examen de Cancún al final ha sido una falsa alarma, adonde ha llegado la UE cargando con su pesada cartera para encontrarse la clase vacía y los alumnos en el recreo.

A los representantes de los agricultores y ganaderos europeos se nos queda cara de tontos al ver que la Comisión insiste en el error y pretende condenar ahora a los sectores mediterráneos. Vamos, que se ha sentado en el aula vacía a examinarse, y además se corrige con especial dureza.

Siendo el principal importador de productos agrarios del mundo y el bloque menos proteccionista del mundo desarrollado, la Unión Europea se deja acusar para tener una excusa y, así, reducir su gasto agrario, a la vez que se convierte en despiadada potencia a la hora de

negociar sobre productos industriales, alta tecnología, y servicios que no hacen sino empeorar la balanza comercial de los países en desarrollo.

O sea, “véndeme patatas a 0,16 euros el kilo y cómprame este bonito ordenador a 1.000 euros, acompañado de su mantenimiento y de la necesaria infraestructura que también vendo”.

Señores de la Comisión: ¡Menudo invento el de la OMC!

Artículo de opinión de José María Fresneda – secretario general de ASAJA de Castilla- La Mancha

Asaja

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