Cañete afirma que el Gobierno no renunciará a que los agricultores y ganaderos reciban ayudas

El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, afirmó que el Gobierno español no va a renunciar a que sus agricultores y ganaderos tengan ayudas, aunque reconoció que dentro de la Unión Europea habrá que buscar mecanismos de coexistencia para que no distorsionen el comercio mundial.

El ministro hizo estas declaraciones durante su participación en la jornada sobre el papel de los agricultores en la sociedad actual, organizada por la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) y la Federación Internacional de Productores Agrarios (FIPA), en la que participaron representantes de diferentes países.

«La agricultura española está formada por empresas familiares, y el Gobierno tiene la obligación política, en respeto con los países en desarrollo, de garantizar la continuidad del sector, por la importancia que tiene además en el medio rural», apostilló Arias.

A su juicio, dentro la Unión Europea hay que configurar las ayudas de modo que «distorsionen lo menos posible el comercio mundial» y permitan que los países en vías de desarrollo puedan exportar sus producciones en un marco de igualdad.

«Se trata de buscar un marco de convivencia que nos permita a todos coexistir en los mercados mundiales», indicó, al tiempo que destacó que la Unión Europea ha hecho unas reformas en la Política Agraria Común (PAC) de manera que dan respuesta a las principales inquietudes de los países que quieren exportar a este mercado.

Subrayó que Europa es el mayor importador de productos agrarios de los países en vías de desarrollo y «por tanto, el mayor socio comercial de estos países».

Arias Cañete recordó que la Unión Europea no tiene aranceles para los países menos avanzados, fundamentalmente los países africanos, mantiene convenios con los países ACP (Asía, Caribe y Pacífico) y es el continente que más ayuda presta al desarrollo de estos Estados.

«La Unión Europea es muy sensible a los países que tienen economías más débiles, pero eso no supone el desmantelamiento de las ayudas a los agricultores comunitarios», aclaró el ministro, que manifestó que espera que en Ginebra, se de la Organización Mundial de Comercio (OMC), haya un núcleo de entendimiento.

Por su parte, el secretario de Estado de Comercio, Francisco Utrera, manifestó que España y la Unión Europea prepararon muy bien los contenidos a negociar en la Cumbre de Cancún, pero «percibíamos un aire de insatisfacción, de poca disposición a negociar por parte de alguno de los miembros de la Organización Mundial de Comercio».

Explicó que esa situación hizo presentir una negociación por cauces distintos a la anterior de Doha, donde hubo unos objetivos muy ambiciosos en todos los ámbitos comerciales y una revisión general de todos los acuerdos.

Añadió que entonces se abrió la posibilidad de que en Cancún se incorporaran nuevos temas de interés, aunque finalmente no se cumplieron las expectativas, porque no hubo acuerdo alguno.

UPA

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