La Consejería de Medio Ambiente de Castilla La Mancha ha destinado un total de 2.683.790 euros al último pago realizado para colaborar con nuestros agricultores y ganaderos en la reforestación de sus tierras, consiguiendo aumentar la superficie forestal de Castilla-La Mancha en cerca de 1.000 hectáreas más.
La responsable de la Consejería, Rosario Arévalo, resaltó que el programa de reforestación de tierras agrarias impulsado por el Gobierno regional es una iniciativa que, año tras año, está teniendo una mayor receptividad entre los colectivos beneficiados y está dando los frutos esperados. El concreto, el último pago de ayudas ha permitido la reforestación de 970 hectáreas.
La titular de Medio Ambiente subrayó algunos de los beneficios que se consiguen aumentando la superficie arbórea de Castilla-La Mancha, y citó, entre otros, el evitar la erosión y desertización de nuestra tierra, proteger el suelo con sus aportes continuos de materia orgánica y facilitar la recarga de los acuíferos.
La consejera también explicó que la vegetación, gracias a su función vital principal, la fotosíntesis, actúa como un “sumidero” que absorbe el dióxido de carbono, uno de los gases que propician el efecto invernadero en nuestra atmósfera.
En este sentido, Arévalo incidió en que el Plan Nacional de Asignaciones de Emisiones de CO2 elaborado por el Gobierno central para cumplir los compromisos emanados del Protocolo de Kioto contempla, entre otras líneas de actuación, el conseguir descender los niveles de contaminación a través de políticas de mejora y protección de la superficie forestal de nuestro país.
Asimismo, la consejera subrayó la estrecha relación entre la superficie forestal y la calidad del aire que respiramos e incidió en la importancia de realizar una labor diaria y persistente desde todos los ámbitos en defensa de nuestros bosques porque “la naturaleza y nuestra salud lo agradecerán”. Al respecto, recordó la importancia de colaborar en la prevención de los incendios que, además de acabar con la superficie forestal, emiten mucho CO2 a la atmósfera.
El número de agricultores y ganaderos beneficiados con este último pago de ayudas, correspondiente al mes pasado, asciende a 700, y las subvenciones a las que han podido acogerse son de tres tipos: al establecimiento, para sufragar los costes de mantenimiento y la denominada prima compensatoria.
En concreto, se han destinado 1.663.864 euros para las ayudas por establecimiento; 428.896 euros a la prima de mantenimiento, que se paga anualmente por hectárea de tierra agrícola que haya sido reforestada, y 591.030 euros a la compensatoria, que también se paga cada año por hectárea forestada, destinada a compensar a los beneficiarios por la pérdida de ingresos derivada de la forestación de las tierras antes dedicadas a la agricultura.
Los terrenos que se pueden reforestar son aquellos que no estén incluidos en el Catastro como forestales y hayan tenido aprovechamiento agrícola o ganadero de forma regular desde diez años antes de la fecha de la solicitud. Estas tierras deben estar comprendidas como tierras ocupadas por cultivos herbáceos, barbechos, huertos familiares, tierras ocupadas por cultivos leñosos y pastizales.
JCCM