La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de JCCM ha destinado 67 millones de pesetas para subvencionar programas, proyectos y actividades medioambientales que han desarrollado los 201 beneficiarios que se han acogido, desde 1996, a esta línea de ayudas destinada, fundamentalmente, a asociaciones o entidades conservacionistas sin fin de lucro y a los departamentos de Medio Ambiente de las universidades.
Esta Orden, que se creo en el año 96, establece una línea de subvenciones para el desarrollo de las siguientes actividades: programas de educación ambiental que se desarrollan en colaboración con la Consejería; elaboración de estudios y redacción de proyectos sobre conservación del medio natural de la región; trabajos inéditos de inventariación, cartografía de distribución y otros estudios aplicados a la conservación de recursos geomorfológicos, hábitats prioritarios tanto de especies vegetales como animales y aves incluidas en la directiva comunitaria de conservación de las aves silvestres; instalación de nidales artificiales; conservación de árboles singulares; y otras actividades relacionadas con la conservación del medio natural.
Las ayudas pueden cubrir hasta el 100% del coste de la actividad siendo las cuantías máximas de hasta 350.000 pesetas en programas de educación ambiental; de hasta 500.000 pesetas en estudios, proyectos y trabajos de inventariación; de hasta 300.000 pesetas en la instalación y restauración de nidos; y de hasta 200.000 pesetas para la conservación de árboles singulares y otras actividades relacionadas con la conservación del medio natural.
Los beneficiarios de estas ayudas son las asociaciones conservacionistas, los departamentos de las universidades que están relacionados con estudios y proyectos sobre el medio ambiente y los particulares en cuyas propiedades existan árboles singulares o en las que se pretendan acondicionar nidos o refugios para aves.
Tramitados 201 expedientes
Desde la entrada en vigor de la Orden se han resuelto 201 expedientes, que han supuesto ayudas por 67 millones de pesetas.
En el año 96 se aprobaron 37 expedientes, que supusieron ayudas por 17,5 millones de pesetas; en el 97 se aprobaron 41 expedientes y 9,8 millones de pesetas en ayudas; en el año 98, 38 expedientes y 11,5 millones de subvenciones; en el 99, se aprobaron 27 expedientes y se destinaron ayudas por 9,5 millones; y en el año 2000, se aprobaron 42 expedientes, con 14,5 millones de subvención.
En lo que llevamos de año, se han aprobado 16 expedientes que suponen ayudas por 4,2 millones de pesetas. Quedan pendientes de resolución otros 13 expedientes.
Los principales beneficiarios de estas ayudas han sido, en este orden, las asociaciones ecologistas, seguidas de los departamentos universitarios de medio ambiente y particulares propietarios de terrenos o edificios donde se asientan nidos, fundamentalmente de cigüeñas.
Buenos resultados
Esta línea de ayudas para desarrollar actividades, programas y proyectos medioambientales está dando muy buenos resultados, tanto en las actividades de educación ambiental como en los trabajos y proyectos que se están desarrollando.
En materia de seguimiento de aves, se están realizando estudios continuados (incluyen radioseguimiento) del águila real, imperial y perdicera; censos de aves acuáticas y rapaces invernantes; inventarios y medidas de conservación de aguiluchos y cernícalo primilla; e inventarios de hábitats de gran importancia, como la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) del Valle del Tiétar.
Se han realizado también atlas detallados de anfibios y reptiles de las provincias de Ciudad Real, Cuenca y Toledo; así como estudios de distribución de quirópteros amenazados (murciélagos) y de otras especies en peligros como la nutria o el topillo de cabrera.
En cuanto a la flora y la vegetación, destacan los inventarios de líquenes, orquídeas y de zonas de gran valor natural como Sierra Madrona.
Otros estudios de interés, que han contado con ayudas de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, se refieren a la gestión sostenible del medio natural. Estos estudios van desde la selvicultura y ordenación de las masas forestales autóctonas hasta estudios sobre el uso público de zonas de gran valor natural o estudios sobre la regeneración natural de los bosques tras sufrir un incendio.
Por lo que se refiere a la educación ambiental, hay que destacar los programas de divulgación y conservación de especies amenazadas como el águila imperial, el lince o las aves esteparias y los programas de concienciación sobre la problemática que tiene el medio natural de nuestra región (incendios, erosión, etc.).
JCCM