El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, ha anunciado en el Parlamento autónomo que antes de fin de año el Gobierno regional propondrá un nuevo sistema de reparto de ayudas a la agricultura, de forma que se disminuirá hasta un 20% a los que más cobran y a los que no viven del campo, que “son muy pocos, pero cobran mucho”.
José Bono destacó, en su intervención en el Debate sobre el Estado de la Región, que en el proceso de modernización de la agricultura las ayudas agrarias procedentes de la Unión Europea han sido un pilar fundamental, supusieron en el año 2001 el 40% de la renta agraria, pero están distribuidas de modo injusto.
En este sentido, dijo que el 84% de los beneficiarios perciben el 15% de las ayudas, mientras que el 16% restante recibe el 85%. Situación que se pretende corregir con la reforma del sistema de subvenciones a la agricultura.
Según afirmó el presidente autónomo, las cantidades obtenidas irán destinadas a explotaciones en zonas desfavorecidas y de montaña, a programas agroambientales y de reforestación, así como que los destinatarios de estas ayudas “serán los agricultores de verdad”.
Por último, Bono anunció que los agricultores se beneficiarán de la desaparición de los impuestos de sucesiones y transmisiones patrimoniales en las transferencias de explotaciones agrarias familiares.
JCCM