CASTILLA-LA MANCHA: FIRMADO EL CONVENIO PARA LA DESTRUCCIÓN DE HARINAS ANIMALES

El consejero de Agricultura y Medio Ambiente, Alejandro Alonso; el director general de Lafarge Asland S.A., Jean Pierre Taillardat; el consejero director general para España de la Compañía Valenciana de Cementos, Ignacio Ortíz Martín; y el consejero delegado de Cementos Hispania S.A., José María Framis Llopart, han suscrito esta mañana un convenio de colaboración para la destrucción de las harinas animales.

La problemática asociada al denominado mal de las “vacas locas” ha acarreado, entre otras consecuencias, la necesidad de destruir las harinas animales que anteriormente se destinaban a la alimentación del ganado.

La eliminación de estas harinas es una de las medidas incluidas dentro del Plan Nacional Coordinado de Actuación y Lucha contra la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) y la posibilidad de incinerar las citadas harinas en las cementeras se enmarca dentro del acuerdo marco suscrito entre el Ministerio de Agricultura y la Agrupación de Fabricantes de Cemento de España (OFICEMEN).

Según explicó el consejero de Agricultura y Medio Ambiente, con el convenio suscrito hoy se fijan las bases de colaboración entre el Gobierno regional y las cementeras ubicadas en Castilla-La Mancha para establecer los procedimientos para destruir las harinas animales en los hornos de las fábricas de cemento.

Así, las cementeras ubicadas en la región se comprometen a realizar las inversiones necesarias para adaptar sus hornos para la destrucción de un mínimo anual de 28.000 toneladas de las harinas cárnicas. Estas harinas deberán proceder de un fabricante autorizado o de una instalación de transformación que también haya sido autorizada.

La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente abonará a las empresas firmantes de este acuerdo 12 pesetas por kilo de harina destruida con el fin, explicó Alonso, de amortizar las inversiones que realicen las cementeras en sus instalaciones.

Para que las harinas animales sean destruidas en los hornos de las cementeras deberán de cumplir una serie de requisitos que fueron establecidos por OFICEMEN: el contenido máximo de materia grasa será el 14%; la granulometría tiene que ser el 100% menor de 5 milímetros y el 95% menor de 2,5 milímetros; la humedad debe ser inferior al 5%; la concentración máxima de fósforo sobre materia seca será del 8%; la concentración máxima de cloro sobre materia seca será del 0,5%; la temperatura de las harinas será menor de 45º; y la descarga de la harina será directa desde el vehículo de transporte al lugar de almacenamiento.

Asimismo, el convenio establece la creación de una Comisión de Interpretación y Seguimiento de este acuerdo, que estará integrada por representantes de las partes. Dicha Comisión estará presidida por un representante del Gobierno regional, mientras que de secretario actuará un representante de las sociedades cementeras.

La labor de esta Comisión incluye la distribución entre las tres cementeras de las 28.000 toneladas de harina que se destruirán como mínimo al año, así como determinará el importe y naturaleza de las inversiones que tendrá que acometer cada cementera para adaptar sus instalaciones.

Con la puesta en marcha de este acuerdo y una vez se haya garantizado la capacidad suficiente de destrucción de harinas cárnicas mediante co-incineración en las cementeras, la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente dejará de autorizar el envío de este tipo de harinas a los vertederos controlados que se habían dispuesto en Alcázar de San Juan, Hellín y Toledo.

Una alternativa respetuosa con el medio ambiente

“Dentro de las alternativas para la eliminación de las harinas animales, la co-incineración de las mismas en los hornos de fabricación de cemento constituye una de las más contrastadas y ambientalmente correctas”, señaló Alejandro Alonso.

Alonso explicó que las altas temperaturas y el tiempo de residencia requeridos en el proceso de incineración constituyen la mejor garantía de su destrucción y añadió que “no hay riesgo de emisión de dioxinas a la atmósfera, ya que la destrucción de este tipo de productos de combustión incompleta está asegurada”.

Asimismo, la destrucción de las harinas en las cementeras tiene otras ventajas, ya que el poder calorífico de este producto permite su uso en la sustitución del combustible que tradicionalmente emplean las fábricas de cemento.

“El resultado de la incorporación de las harinas a la fabricación de cemento produce, en líneas generales, una mejora en los niveles de emisión de contaminantes a la atmósfera”, concluyó el consejero.

Por último, el consejero recordó que el Ejecutivo regional está cumpliendo en Castilla-La Mancha todas las medidas incluidas dentro del Plan Nacional Coordinado de Actuación y Lucha contra la EEB para la eliminación de los materiales específicos de riesgo (MER), así como garantizando la destrucción de las harinas cárnicas.

En este sentido, hay que recordar que el pasado 29 de enero se puso en marcha el sistema de recogida gratuita de los bovinos que mueren en las explotaciones ganaderas de Castilla-La Mancha y el teléfono de avisos 902 39 38 37.

Asimismo, el 30 de enero se publicó la Orden que establece el procedimiento para la compra y posterior destrucción de las harinas cárnicas producidas en las instalaciones autorizadas y el 2 de febrero se dictaban tres resoluciones en las que se autorizaba, de forma temporal, el depósito en tres vertederos controlados de la región de las harinas.

Finalmente, el Gobierno regional aprobó el pasado 27 de febrero, del Decreto que autoriza el enterramiento excepcional de los cadáveres de bovino, ovino y caprino. A estas actuaciones del Ejecutivo autónomo se suma hoy la firma del convenio con las cementeras para la destrucción de las harinas animales.

GABINETE DE PRENSA

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