La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente está ultimando una Orden relativa al control de la producción vitícola de Castilla-La Mancha, que contempla tres grandes apartados: la gestión del Registro Vitícola para una mayor agilización de los trámites; la regularización del viñedo, dado que la OCM del Vino abrió un proceso de regularización que estará abierto hasta marzo del año 2002; y el control de la producción vitícola.
“En definitiva, se trata de una Orden con la que se quiere asegurar la legalidad de toda la producción vitícola regional”, afirmó el director general de Producción Agraria, Javier García, quien mantuvo esta mañana una reunión con representantes de las organizaciones profesionales agrarias (ASAJA, UPA Y COAG) y de la Unión de Cooperativas de Castilla-La Mancha (UCAMAN) para estudiar la futura Orden.
García, tras recordar que la Consejería siempre que elabora una Orden consulta con el sector y escucha sus sugerencias y aportaciones, aseguró que el sector vitícola de Castilla-La Mancha se financia con buena parte del presupuesto europeo y, por tanto, “debemos ser muy escrupulosos en el cumplimiento de la normativa de la OCM del Vino”.
En este sentido, García señaló que la Orden busca también la colaboración de bodegas y cooperativas en el cumplimiento de la legislación europea, que determina que únicamente se destinen a vino las uvas procedentes de superficies legales. Para ello, la Consejería aportará información a cooperativas y bodegas del Registro Vitícola de la región.
A preguntas de los periodistas sobre la estimación de viñedo que puede aflorar en este proceso de regularización, García indicó que “no podemos realizar ahora mismo una estimación objetiva de la cifra de viñedo que puede aflorar, aunque consideramos que no debería ser mucho puesto que hace unos años ya se produjo un proceso de regularización en la región”.
Desde la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente se espera que todas las regiones vitícolas de España realicen también esta regularización.
Además, García hizo hincapié en recordar que “cualquier viñedo plantado después del 1 de septiembre de 1998 no tiene posibilidad alguna de regularización y la única opción que tienen es el arranque. La producción de viñedos plantados después de la fecha citada no se podrá destinar a la producción de vino”.
Castilla-La Mancha produce una media de 20 millones de hectolitros de vino al año, lo que supone aproximadamente el 50% de la producción vitícola nacional. En la actualidad, en el Registro Vitícola regional hay unos 150.000 viticultores y más de un millón de parcelas registradas.
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