El consejero de Agricultura y Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, Alejandro Alonso, aseguró ayer, durante su intervención ante el Pleno de las Cortes regionales, que el Gobierno de Castilla-La Mancha está “cumpliendo con creces” sus compromisos en materia de calidad ambiental, ya que la protección y defensa del medio ambiente con el fin de garantizar la calidad de vida de los ciudadanos de la región es “un asunto primordial para el Ejecutivo regional”.
Con esta finalidad, señaló Alonso, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado las leyes de Evaluación de Impacto Ambiental y el Impuesto sobre determinadas actividades que inciden en el medio ambiente; se ha puesto en marcha la Red regional de control de la contaminación atmosférica y el Plan de Residuos Sólidos Urbanos (PRSU); y en breve, se presentará ante las Cortes regional el Plan de Residuos Peligrosos, que ha sido dictaminado de forma positiva por el Consejo Asesor de Medio Ambiente en diciembre pasado.
Durante su intervención, Alonso destacó el elevado cumplimiento del Plan de Residuos Sólidos Urbanos, un plan que fue aprobado por Decreto en mayo de 1999, y con el que se han realizado ya actuaciones que han supuesto una inversión de 8.510 millones de pesetas, lo que supone un porcentaje de realización del 36,5% sobre lo previsto en el Plan hasta el año 2006.
En menos de quince meses desde la aprobación del PRSU se han realizado en toda la región 19 estaciones de transferencia, 21 puntos limpios, 2 vertederos y una planta de selección y compostaje; están en ejecución un centro de tratamiento en Toledo y otro en Albacete y se están acondicionando y sellando numerosos vertederos.
Asimismo, están en fase de concurso tres estaciones de transferencia (2 en Toledo y 1 en Albacete), tres centros de tratamiento (Talavera, Cuenca y Guadalajara) y la limpieza y sellado de 58 vertederos de toda la región.
Junto a estas actuaciones, Alonso señaló que en materia de residuos sólidos urbanos la Consejería ha abonado además subvenciones por un total de 625,3 millones de pesetas.
Política de residuos en el sector agroalimentario
Sobre los residuos del sector agroalimentario, el consejero hizo especial hincapié en las medidas adoptadas en relación a la crisis de las “vacas locas”. En este sentido, señaló que la Dirección General de Calidad Ambiental ha dictado tres resoluciones por las que se autoriza a los vertederos controlados de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), Hellín (Albacete) y Toledo al almacenamiento de harinas.
Asimismo, la Consejería ha confeccionado también los documentos que deben acompañar a los MER tanto de las explotaciones ganaderas (cadáveres de bovinos), como los generados en los mataderos hasta las plantas de tratamiento.
Alonso indicó también que se están manteniendo conversaciones con representantes de la asociación OFICEMEN para firmar un convenio con cada una de las cementeras que están ubicadas en la región. “Estas conversaciones están muy avanzadas y confío en llegar a un acuerdo en breve”.
Sobre los subproductos de mataderos y cadáveres de explotaciones ganaderas, el titular de Agricultura y Medio Ambiente aseguró que “es necesario que las normas comunitarias y nacionales se adapten a las nuevas medidas establecidas por la decisión de la Comisión 2000/418, de junio de 2000, para que las Comunidades Autónomas afronten sus planes respectivos sobre residuos agroalimentarios”.
Por otra parte, Alonso se refirió a los residuos de vinazas, de almazaras y de explotaciones ganaderas (purines). En el primer caso, Alonso señaló que se han llevado a cabo actuaciones en Albacete con dos empresas, que presentaron sendos estudios para utilizar subproductos almacenados en las balsas, que fueron financiados en un 85% por la Consejería de Agricultura. Sólo uno de estos proyectos ha obtenido la autorización de la Confederación Hidrográfica del Guadiana para poner en regadío 70 hectáreas, que fueron subvencionadas por la Consejería con 47 millones de pesetas.
Respecto a los residuos de almazaras, Alonso destacó el proyecto realizado por Cooperativas Agrícolas Albacetenses con una planta de repasado, que cuenta con una balsa de orujo para 35 toneladas y maquinaria de repasado, secado y estractado para 100 toneladas al día, así como el proyecto de ENEMASA, con un consumo anual de orujillo de 103.635 toneladas al año.
En cuanto a los residuos de explotaciones ganaderas, el responsable regional de Medio Ambiente explicó que se están realizando proyectos para su eliminación que se dirigen fundamentalmente a la cogeneración. “Estos proyectos, que han sido sometidos a evaluación de impacto ambiental, han sido presentados por nueve empresas, ocho de la provincia de Toledo y una de la provincia de Toledo, con una capacidad de tratamiento de un millón de toneladas de purines al año”.
Asimismo, el responsable regional de Medio Ambiente recordó que durante el año 99 la Consejería contrató la realización de varios estudios en materia de residuos del sector agroalimentario, concretamente sobre la situación ambiental de las industrias de fabricación de productos alimenticios a partir de materia prima vegetal y otro relativo a las de productos alimenticios a partir de materia prima animal; un trabajo sobre la situación ambiental de los mataderos de la región, y otro sobre la situación de las granjas porcinas y avícolas.
Plan regional de residuos peligrosos
El borrador del Plan regional de residuos peligrosos fue dictaminado favorablemente el pasado mes de diciembre por el Consejo Asesor de Medio Ambiente y, en breve, será remitido al Consejo de Gobierno para su aprobación y posterior tramitación en las Cortes de Castilla-La Mancha.
Alonso explicó que para elaborar este Plan ha sido necesario hacer un diagnóstico de la situación en la que se encuentra Castilla-La Mancha. Así, durante el año 98 los residuos peligrosos generados en nuestra Comunidad Autónoma ascendían a 58.000 toneladas al año, siendo los que tienen una mayor presencia los residuos de procesos de tratamiento mecánico de superficie –10.500 toneladas año-; los de procesos químicos inorgánicos –7.600 toneladas al año-; los procedentes de la fabricación de tableros y muebles –5.500 toneladas al año-; los residuos de pesticidas orgánicos –5.000 toneladas al año- y los residuos de grasas, jabones, detergentes e industria textil –6.000 toneladas-.
La provincia de Toledo, con 24.700 toneladas al año, es la que genera más residuos de este tipo, seguida muy de lejos por Ciudad Real, con 11.400 toneladas.
No obstante, la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente estima que estos datos deben ser revisado al alza porque los residuos totales inventariados no guardan relación con los que declaran las grandes superficies.
El Plan de Residuos Peligrosos establece tres grandes prioridades: reducir la cantidad de residuos peligrosos que se generan mediante la mejora de los procesos productivos; incentivar la reutilización, recuperación o reciclaje de los residuos; y se contempla la absoluta necesidad de establecer vías de eliminación final para determinados productos que no podrán, ni ser reducidos en origen, ni aprovechados para extraer algún recurso.
Este Plan, cuyo horizonte de trabajo es hasta el año 2006, contará también con un importante esfuerzo de divulgación e información y será revisado anualmente para ajustar sus contenidos a la cambiante realidad de la industria regional.
“Nuestro objetivo global es que este Plan dé una respuesta adecuada a la totalidad de los residuos peligrosos que se generan en la región”, concluyó Alonso.
GABINETE DE PRENSA