El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, pidió hoy más coordinación entre el Gobierno de España y las comunidades autónomas en la aplicación de las medidas para disminuir el riesgo de que la enfermedad de las “vacas locas” pase a los seres humanos, si bien, destacó, en general estas actuaciones se están llevando a cabo.
Así lo dijo hoy durante un desayuno de trabajo celebrado en Toledo el consejero de Sanidad, para quien el Ministerio de Sanidad no ha actuado con la diligencia conveniente para establecer un plan coordinado y evitar que se tomen decisiones precipitadas.
En concreto, el consejero criticó el hecho de que no se haya convocado a los consejeros de Sanidad de las distintas comunidades autónomas para tratar de forma monográfica este asunto y reconoció fallos en el fomento de la investigación en este campo, así como la falta de coordinación en la información desde la Administración central a las comunidades autónomas.
Las medidas que se están desarrollando en este campo, que se discuten y se adoptan en órganos comunitarios, son la prohibición de las harinas animales en el consumo de rumiantes, la toma de muestras en los animales con mayor riesgo de padecer la enfermedad (los mayores de 30 meses) y las medidas de control epidemiológico. Otra forma de disminuir riesgos es prohibir que se consuman los Materiales Específicos de Riesgo (MER) de los animales, por lo que desde el 1 octubre 2000 los MER de todo el ganado de la UE se retiran de la cadena alimenticia.
Lamata reiteró que la Consejería de Sanidad es la encargada de garantizar que estas medidas se lleven a cabo en la Comunidad Autónoma y, en este sentido, afirmó que en Castilla-La Mancha se dan las instrucciones para que esto se lleve a cabo, por lo que garantizó que los MER no pasan a la cadena alimenticia.
Además, dijo, hay menos riesgo ahora que hace años de que la carne enferma pase a la cadena alimentaria, ya que los controles y las garantías son mayores.
El consejero anunció que este mes se pondrán en marcha en Cuenca y Talavera de la Reina los laboratorios para realizar los test “prionic” a los animales de más de 30 meses que se sacrifiquen en los mataderos de Castilla-La Mancha, que ahora se efectúan en Algete, y que se está entrenando a los veterinarios para la realización de estos análisis.
Además, destacó que en Castilla-La Mancha se producen cerca de 5.000 toneladas anuales de MER procedentes de mataderos, a las que hay que sumar más de 7.000 de los animales muertos en explotaciones, que hay que eliminar. En este sentido, dijo que la vía más factible para su eliminación es que las cementeras los transformen en combustible.
Añadió que estos materiales se almacenarán hasta que se puedan eliminar y que se están desarrollando las plantas transformadoras necesarias para ello, a lo que agregó que a partir de esta semana se podrá empezar.
En cuanto a la propuesta del PP de crear un Plan Integral de Prevención de la Encefalopatía Espongiforme Bovina para la Comunidad Autónoma, dijo que lo que hay que hacer es aplicar las normas de la UE y se mostró partidario de proponer al Gobierno de España este plan para que a su vez lo proponga a la UE. “Si el Gobierno de España hace un plan integrado de coordinación de prevención y lucha contra la EEB, lo que tenemos que hacer es sumarnos a ese plan, no hacer 17 en las distintas comunidades autónomas”, dijo.
Señaló que el Gobierno de Castilla-La Mancha aprobó la semana pasada la suscripción de un convenio, por valor de 620 millones de pesetas, “para sumamos a la aplicación de ese plan integral a nivel nacional, ya que, a su juicio, lo razonable es trabajar juntos”.
En cuanto a la propuesta de los populares de crear un Instituto Regional de Seguridad Alimentaria dijo que los mecanismos de coordinación son suficientes en Castilla-La Mancha, y crear un nuevo órgano no parecería necesario.
“Se va a crear una Agencia Española de Seguridad Alimentaria en la que tienen cabida las Comunidades Autónomas. Prefiero que vayamos coordinados en el ámbito nacional”, añadió el consejero.
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