Con el Programa de Formación Agraria para el año 2001, la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de Castilla-La Mancha dará un especial apoyo formativo a aquellos sectores que son estratégicos en la región, como puedan ser las industrias agroalimentarias, la sanidad ganadera, los regadíos o, de modo más concreto, el vino, el olivar o el champiñón.
Así lo resaltó durante la presentación de este programa el director general de Desarrollo Rural, Miguel Chillarón, quien dijo que cada año esta oferta gana en calidad, diversidad y en posibilidades de asistir, ya que está marcada por la intención de procurar la cercanía al medio.
Por esta razón, prácticamente se van a triplicar los cursos monográficos respecto al año pasado (145 previstos) y se duplicarán los de incorporación de jóvenes a la empresa agraria (hasta 81), a parte de las opciones que pongan en marcha los 27 grupos de acción local (Leader o Proder) de Castilla-La Mancha y que sólo en los últimos años han llegado a los 724 proyectos, orientados también a la creación de empleo.
Chillarón defendió este programa, porque, a su entender, el medio rural todavía se encuentra en una situación de clara desventaja comparativa con el medio urbano, además de que da una formación adaptada a los problemas específicos de cada territorio y se aprovecha para divulgar avances científicos.
Por ello, se mantendrá como prioritario para la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, tal como explicó ante los periodistas, aunque se haya producido una nueva situación en la región con la llegada de las competencias en Educación, que sí se han dejado notar en la formación agraria reglada.
De esta forma, los centros de Albaladejito, en Cuenca, y de Albacete han pasado a integrarse a la Consejería de Educación y Cultura, desde el pasado mes de enero.
Jóvenes que se incorporan
En el apartado de formación para que los jóvenes lleguen a la empresa agraria, señaló que en los cursos se introduce un nuevo módulo para obtener el carnet manipulador de productos fitosanitario (lucha de plagas), que es obligatorio para jóvenes de primera instalación, además de otro de 5 horas dedicado a las Buenas Prácticas Agrarias, que en el futuro será requisito obligado para los programas ambientales y de indemnización compensatoria
Los cursos de iniciación, que constan de 170 horas, comprenden un temario que, de una parte, recoge los aspectos generales para cualquier empresario agrario y, de otra, incide en la orientación productiva principal de la explotación agraria.
Desde que en el año 1983 la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente tomara esta competencia han pasado por estos programas 10.479 jóvenes en 522 cursos de incorporación y 65.260 agricultores en cursos monográficos.
En el año 200, se impartieron 38 cursos de incorporación, a los que asistieron 789 jóvenes y 59 cursos monográficos, con la participación de 2.085 agricultores. Este año, la Consejería dedicará un presupuesto 77 millones de pesetas para desarrollar este programa en toda la región.
JCLM