El director general del Agua de Castilla-La Mancha, Enrique Calleja, se opuso el pasado 4 de mayo -en una reunión de la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Júcar- a la aprobación de un trasvase de 7,5 metros cúbicos para el abastecimiento de la Marina Baja, puesto que en su opinión la citada conferencia está convirtiendo en lago normal unas medidas que no se ajustan al Plan Hidrológico del río Júcar, ya que suponen una transferencia de agua entre distintas cuencas que tiene que ser regulada por otros medios. Calleja afirmó que su región «ha mostrado siempre su solidaridad respecto a la asignación de agua para abastecimiento a poblaciones», pero en este caso se ha opuesto puesto que es el tercer trasvase a a esta zona alicantina en un año por una cantidad de 16,5 hectómetros. Calleja manifestó que la coincidencia entre este envío autorizado y el anuncio de la inminente apertura de «Terra Mítica» en Benidorm hace sospechar que parte del agua pudiera ir destinada al parque temático y no al abastecimiento. Por otra parte, el consejero de Obras Públicas de Castilla-La Mancha, Alejandro Gil, y el presidente de la Conferencia Hidrográfica del tajo, José Antonio Llanos, firmaron el 5 de mayo el acta de cesión de la Junta de Comunidades de la explotación, mantenimiento y conservación de las obras de conducción de abastecimiento desde el embalse de Picadas a Toledo. Tanto Gil como Llanos se refirieron al mantenimiento del esfuerzo que desde ambas instituciones se está haciendo para desarrollar la segunda fase de abastecimiento desde Picadas, que beneficiará los municipios de la mancomunidad del Algodor, zona de Torrijos, la Puebla de Montalbán y Fuensalida, con una inversión de 10.000 millones de pesetas. El inicio de las obras está previsto para antes de la finalización del presenta año.
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