Remitido por UPA:
La máxima intensidad de este despoblamiento se ha alcanzado en Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Andalucía, regiones en las que se han llegado ha perder un 40% de las colmenas. Los apicultores albaceteños, que en una primera fase no se vieron tan severamente afectados, pero cuyas colmenas presentaban ya a finales de otoño menos población de la normal para esas fechas, temen ahora que la ola de frío (con mínimas de hasta -14º C), junto con la falta de precipitaciones en lo que llevamos de invierno, termine por diezmar la cabaña apícola provincial.
Por el momento resulta complicado cuantificar las bajas en las explotaciones albaceteñas, ya que la climatología adversa ha impedido a los apicultores examinar con detenimiento todas sus colmenas (unas 35.000), si bien ya se empiezan a observar niveles de daños del 40-50%.
Sin embargo, todavía no se ha podido establecer hasta la fecha una única causa de este despoblamiento masivo, que ha sido recientemente tratado tanto en una reunión con el Ministerio de Agricultura, como en las Jornadas Técnicas de Apicultura celebradas en Albacete el pasado 28 de enero, a las que asistieron algunos de los técnicos mas prestigiosos del sector, bajo la organización de UPA y el Centro Apícola Regional de Marchamalo.
Se sospecha que han sido varios los factores que han contribuido a esta situación. Una primavera fría y lluviosa en 2004 que dificultó el aprovechamiento por la abeja de floraciones de valor melífero (romero, tomillo,…), junto con la alta presión ejercida por los abejarucos en algunas zonas y la sospecha de que determinados tratamientos fitosanitarios realizados sobre el girasol, maíz, frutales y olivo estén reduciendo la respuesta de las colmenas frente a enfermedades como la nosemosis, varroosis y diversos virus, son las causas que se barajan como responsables de una situación que sin duda se verá agravada tras un Invierno seco y extraordinariamente frío como el que estamos viviendo.
Si a todo esto se suma la caída del precio que se paga a los apicultores por su miel, un 40% inferior al de la campaña anterior a consecuencia de la entrada masiva de mieles importadas, a un precio que incluso puede estar por debajo del coste de producción de la miel nacional, puede abocar al sector a una grave crisis que comprometa seriamente la supervivencia de muchas explotaciones, que además de producir una miel de excelente calidad, contribuyen de forma decisiva al equilibrio medioambiental y al mantenimiento de ecosistemas, por el importante papel polinizador que la abeja desempeña.
Las medidas que UPA propone para paliar esta situación, pasan por un incremento de los fondos destinados al control sanitario, la inclusión de la Apicultura dentro de los Programas de Ayudas Agroambientales y la adopción de medidas extraordinarias ante la excepcional mortandad de colmenas (rebaja de módulos de IRPF, exención de pagos a la Seguridad Social, ayuda para la repoblación de la cabaña apícola) así como que se extremen los controles sanitarios y de calidad sobre las mieles importadas.
UPA