La Consejería de Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, a través de la Dirección General del Medio Natural, ha destinado más de 10 millones de euros al último pago realizado en octubre para colaborar con los agricultores y ganaderos de la región en la reforestación de sus tierras, lo que ha permitido aumentar la superficie forestal de Castilla-La Mancha en 1.224 hectáreas nuevas.
El titular de Medio Ambiente y Desarrollo Rural, José Luis Martínez Guijarro, ha manifestado que “el programa de reforestación de tierras agrarias, que desarrolla el Gobierno castellano-manchego desde 1993, busca colaborar con los agricultores y ganaderos que están apostando por aumentar la superficie arbórea de la comunidad autónoma y ya ha contado con unos 9.300 beneficiarios de toda la región”.
Mediante este programa, la Consejería facilita el cambio de uso de suelo agrícola excedentario, frena su degradación y contribuye a la lucha contra la erosión regulando el régimen hidrológico. De esta forma, José Luis Martínez Guijarro ha señalado la importancia de contar con la complicidad de los agricultores y ganaderos de la región en la forestación de tierras agrícolas “para aumentar y conservar la masa forestal de la Comunidad Autónoma, en las mejores condiciones”.
Martínez Guijarro ha destacado los importantes logros conseguidos mediante este programa desde su puesta en marcha, con la plantación de más de 100 millones de árboles en las más de 100.000 hectáreas de la región reforestadas. La inversión que se ha destinado desde el inicio del programa supera los 286 millones de euros.
El responsable de la Consejería de Medio Ambiente y Desarrollo Rural ha indicado que son muchos los beneficios ambientales que se consiguen aumentando la superficie arbórea de Castilla-La Mancha, mediante la forestación de tierras, como son evitar la erosión y desertización; proteger el suelo con sus aportes continuos de materia orgánica, y facilitar la recarga de los acuíferos.
Pero además ha destacado la importancia que la masa forestal desempeña en el ciclo del carbono, de tal forma que la biomasa de la tierra está actuando como sumidero neto del carbono emitido por las actividades humanas, paliando así el efecto invernadero. “Constituye un elemento de primer orden para la lucha contra el cambio climático”, ha señalado.
El número de agricultores y ganaderos beneficiados por los pagos realizados en el último mes asciende a 4.000 y las subvenciones a las que han podido acogerse son de tres tipos: para cubrir los costes del establecimiento; para sufragar el mantenimiento; y la denominada prima compensatoria, que se paga cada año por hectárea forestada destinada a compensar a los beneficiarios la pérdida de ingresos derivada de la forestación de las tierras antes dedicadas a la agricultura.
Los terrenos que se pueden reforestar son aquellos que no estén incluidos en el Catastro como forestales y hayan tenido aprovechamiento agrícola o ganadero de forma regular desde diez años antes de la fecha de la solicitud. Estas tierras deben estar comprendidas como tierras ocupadas por cultivos herbáceos, barbechos huertos familiares, tierras ocupadas por cultivos leñosos y pastizales.
JCCM