A preguntas de los periodistas sobre la posibilidad que se ha suscitado desde Valencia de elaborar una propuesta alternativa al Plan Hidrológico Nacional, el portavoz del Ejecutivo castellano-manchego manifestó que “el Tajo no puede dar una gota más de agua”, añadiendo que no es un problema de voluntad, sino una imposibilidad material ya que es un río sobre el que se plantea, incluso en algunos de sus tramos, “un problema de supervivencia”.
Emiliano García-Page señaló que el Gobierno de Castilla-La Mancha “se va a mantener muy firme en la defensa de los intereses regionales y en exigir que se cumpla, acertadamente y de manera urgente, lo que está firmado, acordado y legislado en el Plan Hidrológico Nacional”.
A pesar del respeto que se pueda mantener ante los debates que, “desde distintos sitios de España, surjan sobre la política hidráulica”, el consejero consideró que está claro que el Plan Hidrológico Nacional es un tema “cerrado y aprobado mediante Ley”, por lo que apuntó que cuanto más se tarde en desarrollar las previsiones de infraestructuras contempladas en este Plan, “más espacio se da para la polémica y especulación”.
Por ello, García-Page insistió en la exigencia de que el PHN se cumpla urgentemente, incidiendo en que el Gobierno autonómico “no se moverá” del acuerdo alcanzado con la Ley que regula dicho Plan, que además “cuenta con el mayor de los respaldos de la unanimidad política de esta región”.
El consejero subrayó que el Tajo requiere “para ser río, que se le reconozca y asegure el caudal mínimo que se establece por Ley”.
JCCM