La consejera de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, Rosario Arévalo, afirmó ayer que cada día cobra mayor importancia la necesidad de alcanzar un equilibrio entre las prácticas agrarias y la conservación del entorno y se mostró convencida de que “la apuesta de futuro para los profesionales de nuestra región es la agricultura sostenible”.
Acompañada por la directora general de Desarrollo Sostenible y Educación Ambiental, Mercedes Mayoral, y el delegado de la Junta en Albacete, Manuel González, la consejera inauguró en una finca albaceteña la II Jornada Iberoamericana sobre Agricultura de Conservación, que reunió a más de un millar de agricultores y profesionales del sector.
Arévalo resaltó que “la agricultura constituye un sector económico y social estratégico en nuestra Comunidad Autónoma, y ha supuesto y supone una fuente de riqueza, empleo y prosperidad que está estrechamente unida a la historia de Castilla-La Mancha”.
Una actividad, apuntó, que, en ocasiones, no ha tenido muy en cuenta las repercusiones que podía acarrear en su entorno, al llevarse a cabo prácticas “agresivas” que han primado otros intereses antes que el de conservar y proteger la tierra, que, en definitiva, es el principal recurso del que obtienen los agricultores su renta diaria.
Según dijo, las cosas están cambiando y los profesionales agrarios de Castilla-La Mancha están evolucionando positivamente en la aplicación de técnicas que, además de mejorar sus explotaciones, tienen un notable beneficio para el entorno. “Nuestros agricultores son cada vez más conscientes de que hay que acabar con las posibles afecciones al medio ambiente a raiz de su actividad y han empezado a poner soluciones”, apostilló.
Además, la consejera subrayó que cada día cobra mayor importancia en la Unión Europea la necesidad de alcanzar un equilibrio entre las prácticas agrarias y la conservación del entorno y recordó que la reforma de la Política Agraria Común de 2003 concedió mayor importancia a la eco-condicionalidad. “Si la agricultura de Castilla-La Mancha es respetuosa con el medio ambiente dispondrá de la mejor tarjeta de presentación para la disposición de los fondos europeos”, agregó.
Misma moneda
En otro momento de su intervención, Arévalo reconoció que aún queda bastante camino por recorrer para que los sistemas de producción agraria alcancen criterios plenos de sostenibilidad, y, por ello, “resulta fundamental que administraciones, profesionales y organizaciones vayamos de la mano y hagamos los esfuerzos necesarios para que la agricultura y el medio ambiente sean dos caras de la misma moneda”, dijo.
En lo que compete a la Consejería de Medio Ambiente, Arévalo aseveró que se está colaborando con el sector en la puesta en marcha y desarrollo de buenas prácticas ambientales. Así, aludió al programa de actuación destinado a reducir la contaminación por nitratos y que no se vean afectados los acuíferos, o a la progresiva implantación del sistema integral de gestión de residuos de envases de productos fitosanitarios.
Asimismo, consideró fundamental propiciar una mayor información y formación entre los profesionales del sector para que tengan muy claro cuales son las prácticas que perjudican el medio ambiente y cuales no. Con este objetivo, recordó, se ha firmado un convenio de colaboración con UPA, que conllevará la edición de manuales y la organización de charlas para los profesionales, entre otras actividades.
En relación a la agricultura de conservación, la consejera manifestó su satisfacción por la extensión de prácticas que buscan conservar, mejorar y hacer un uso más eficiente de los recursos naturales, sin tener que rebajar por ello los niveles de producción sino todo lo contrario.
Entre otros beneficios medioambientales, destacó la reducción de la erosión; el que los suelos sin alteraciones mecánicas periódicas y con regulares aportes de materia orgánica presenten una actividad biótica más dinámica, o que las emisiones de CO2 por hectárea cultivada sean menores, colaborando así en el cumplimiento de los compromisos emanados del Protocolo de Kioto.
Castilla-La Mancha