Remitido por JCCM:
Acompañada por el director general de Calidad Ambiental, Mariano Martínez, y el delegado de la Junta en Toledo, Fernando Mora, la consejera inauguró las I Jornadas Técnicas sobre Alternativas de Gestión de Estiércoles Procedentes de Explotaciones Porcinas en Castilla-La Mancha, destinadas a ayuntamientos con el objetivo de dar a conocer la situación del tratamiento de este tipo de residuos en la Comunidad Autónoma, así como los sistemas y alternativas técnicas que permiten su adecuado tratamiento.
La consejera de Medio Ambiente afirmó que el Gobierno regional busca, en todo momento, colaborar con el sector para propiciar unos sistemas de producción ganadera que no incidan negativamente en el entorno, y, entre otras actuaciones, se refirió al Plan Regional de actuación contra la contaminación provocada por la gestión inadecuada de los residuos orgánicos en las explotaciones ganaderas, aprobado el pasado año.
Según dijo, este Plan de actuación nació con el objetivo de optimizar los sistemas de producción ganadera de forma respetuosa con el medio ambiente y conlleva un programa de seguimiento y control de la calidad de las aguas, estudios dirigidos a mejorar el conocimiento del nitrógeno en los sistemas agua-suelo-planta, y el fomento de planes de fertilización acordes con la situación de cada explotación.
El Plan, que cuenta con el consenso de las organizaciones agrarias de la región, debe seguirse en las catalogadas como “zonas vulnerables”, según una resolución de 2003, para reducir la contaminación por nitratos y que no se vean afectados los acuíferos. Estas zonas son “Mancha Oriental”, “Lillo-Quintanar-Ocaña- Consuegra-Villacañas”, “Alcarria-Guadalajara” y “Madrid-Talavera-Tietar”.
Arévalo recordó que Castilla-La Mancha posee una gran actividad ganadera como base de su economía, y, en concreto, un elevado número de explotaciones porcinas en las cinco provincias. De este modo, casi el 6 por ciento de los purines de España se producen en Castilla–La Mancha, agregó.
La consejera recalcó que el objetivo del Ejecutivo castellano-manchego es conseguir un desarrollo sostenible en la Comunidad Autónoma, y, por ello, añadió, “nos preocupa que el sector porcino pueda verse afectado por la problemática ambiental que representa la acumulación de los estiércoles ganaderos en las granjas o purines”.
Arévalo indicó que, tradicionalmente, el purín se almacenaba y, posteriormente, se aplicaba a los terrenos de cultivo para su fertilización. Sin embargo, la acumulación progresiva de estos vertidos en una zona puede producir problemas de carácter ambiental por el exceso de nutrientes en concentraciones muy superiores a las necesidades reales de fertilización del suelo agrícola.
Al respecto, la consejera aseveró que las plantas de tratamiento de purines que operan de acuerdo con los criterios generales establecidos por la normativa actual ofrecen ventajas medioambientales porque resuelven el problema de los excedentes de estos residuos. Por ello, dijo, “la instalación de una planta de estas características en una zona vulnerable tiene una importancia a considerar”.
Arévalo manifestó que, “a través de unas buenas prácticas ambientales en la ganadería y en la gestión de sus residuos, mejoraremos la conservación de los suelos y los almacenes de nutrientes y de agua del que se provee la planta, sustento, a su vez, de buena parte del ecosistema en el que se integra. Además, evitaremos la erosión de la tierra, principal causante de la pérdida de productividad del suelo al verse privado éste de su capa fértil”.
A su juicio, debe ser para todos una prioridad conseguir que el suelo quede protegido de la erosión y escorrentía, que se aumente la formación natural de la materia orgánica y, consecuentemente su fertilidad, y a su vez que se disminuya la contaminación de las aguas superficiales, se reduzcan las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera y se aumente la biodiversidad”, concluyó.
“Me consta que la sensibilidad de nuestros ganaderos, en concreto los del sector porcino, coincide con estos objetivos, y por ello les animo siempre a que tengan en cuenta en sus explotaciones las prácticas agroambientales más adecuadas”, concluyó.
JCCM