Nota de Prensa de Asaja Castilla y León
La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores ASAJA de Castilla y León ha recibido “positivamente, pero con prudencia” los resultados de la campaña de saneamiento ganadero de 2002, presentados esta mañana por el director general de Producciones Agropecuarias, Juan José Lozano. Los porcentajes de positividad de reses enfermas siguen descendiendo, aunque persisten índices aún apreciables de tuberculosis bovina en Salamanca, y de brucelosis ovina en Soria, Burgos y también en Salamanca, provincia donde la ganadería extensiva domina.
En total, en Castilla y León fueron sacrificadas el año pasado 14.109 reses de bovino y 23.219 de ovino. Por provincias, en bovino encabeza Salamanca (4.011 y 3.630 por tuberculosis y brucelosis), seguida de lejos por León y Palencia, y también registra la provincia charra el mayor número de cabezas de ovino sacrificadas (7.582 animales), seguida por Burgos (3.504) y Soria (2.939). Las indemnizaciones ascendieron a 6.273.827 euros, de los que casi la mitad, 3.179.569 euros, fueron a manos de ganaderos salmantinos.
A pesar de que en general los resultados han mejorado, un caso llamativo es el ocurrido en Valladolid, donde se ha producido un aumento de los casos positivos tanto en brucelosis como en tuberculosis bovina (se ha pasado de contabilizar 1 caso en brucelosis y 33 en tuberculosis en el año 2001 a 215 de brucelosis y 126 de tuberculosis en 2002). ASAJA considera que los técnicos de la Administración han de analizar los motivos de este empeoramiento de sanidad de la cabaña ganadera provincial.
Para ASAJA, el hecho de que se amortigüen, pero persistan, los resultados negativos en algunas provincias se debe a la preponderancia de ganaderías extensivas y pastos comunales, puntos que dificultan el control, “por lo que son necesarios un cuidado y seguimiento especial de la Administración regional en estas zonas”, señala la OPA. Así, ASAJA señala que está comprobado que la brucelosis avanza en zonas donde abunda la fauna silvestre (como jabalís y venados), que comparte pastos con el ganado. Además, la organización profesional agraria considera que el esfuerzo de saneamiento en la cabaña aún debe ser mayor, ampliándose al máximo el porcentaje de cabezas analizados, y también pide que el saneamiento llegue a todos los animales de la explotación (equino, porcino ibérico, incluso perros y gatos, porque éstos son foco de contagio).
Por otra parte, y atendiendo a la petición de ASAJA de que transcurra un menor lapso de tiempo entre el diagnóstico de la enfermedad y el sacrificio de las reses positivas, la Administración ha anunciado que, en el caso del ovino, se va a permitir sacrificar al animal el mismo día que se confirma que es positivo a la enfermedad (cuando es “marcado”). Así, el ganadero recibiría un plus por el sacrificio del animal en la explotación, y sólo correría con los gastos correspondientes a la retirada del cadáver.
Otro dato proporcionado esta mañana es el avance del número de explotaciones con tarjeta sanitaria, que se ha incrementado algo más en ovino (ya la poseen el 78 por ciento de las explotaciones existentes, frente al 70 por ciento de 2001) que en bovino (cumplen en 2002 el 88 por ciento de las granjas, frente al 82 por ciento de 2001).
Finalmente, se ha informado de que a partir de la campaña 2003 las actuaciones de la campaña de saneamiento ganadero se va a privatizar. ASAJA espera que esto sirva para solucionar el problema de las paradas invernales que hasta ahora existían en los equipos que efectuaban las campañas, y que dificultaban el análisis de animales que con el buen tiempo se trasladaban a la montaña en busca de pastos.
Asaja CyL