Cataluña aumenta un 17 por ciento su superficie arbolada en doce años

La Comunidad Autónoma de Cataluña ha aumentado su superficie forestal un 17 por ciento doce años, según los datos recogidos en el Tercer Inventario Forestal Nacional (IFN3) en Cataluña, que hoy ha sido presentado por la directora general de Conservación de la Naturaleza del Ministerio de Medio Ambiente, Inés González Doncel y el director general de Bosques y Biodiversidad de la Consellería de Medio Ambiente de la Generalitat de Cataluña, Pere Maluquer.

Si comparamos los resultados de este inventario (IFN3) con los correspondientes del anterior (IFN2) se aprecia que el espacio ocupado por el monte arbolado en Cataluña se ha expandido notablemente, un 17 por ciento en 12 años, y especialmente el de mayor densidad de masa, un 22 por ciento, a costa del ralo y disperso, que ha bajado un 32 por ciento, y del desarbolado, que lo ha hecho un 34 por ciento.

Según los datos del IFN3, hay ahora en Cataluña 1.931.334 hectáreas de monte de los cuales 1.539.042 hectáreas son de monte arbolado, 88.023 de monte arbolado ralo y disperso y 304.269 hectáreas de monte desarbolado

Ha habido un aumento notable con respecto al inventario anterior de la superficie arbolada de las especies Pinus halepensis (pi blanc, pino carrasco), grupo de los robles (roures) y Quercus ilex (alzina, encina); importante también el de Pinus pinea (pi pinyer, pino piñonero); ligero el de Quercus suber (suro, alcornoque), Pinus sylvestris (pi roig, pino silvestre), Pinus nigra (pinassa, pino laricio) y Pinus uncinata (pi negre, pino negro); y disminución de la cabida de las especies Fagus sylvatica (faig, haya), Castanea sativa (castanyér, castaño), Pinus pinaster (pinastre, pino resinero) y Abies alba (avet, abeto).

Para la obtención de estos datos, se han investigado cerca de 12.000 parcelas de campo útiles para el proceso de datos repartidas por toda la geografía arbolada catalana, de las cuales más de 9.000 lo han sido en los mismos lugares donde se estudiaron en el inventario anterior, lo que proporciona una información muy rigurosa sobre la evolución de los montes.

427 árboles por habitante

Con respecto a los árboles de esos montes tiene Cataluña 118.287.963 metros cúbicos de biomasa arbórea -madera-, 1.036.132.856 de pies mayores y 1.640.599.196 de pies menores en desarrollo.

La comunidad autónoma de Cataluña posee una población de derecho de 6.261.999 habitantes por lo que, teóricamente, podrían adjudicarse 2.600 metros cuadrados de monte arbolado, 19 metros cúbicos de madera, 165 árboles grandes y 262 pequeños a cada uno de ellos, sin contar con las existencias de los cultivos arbóreos de los parques urbanos, ni las de los jardines privados.

Las cifras anteriores, reales en una comparación bruta, hay que matizarlas considerando que entre un inventario y otro se ha mejorado significativamente la cartografía, lo que ha permitido detectar algunos bosques que no habían sido tenidos en cuenta en el inventario anterior, y se han incluido como árboles, siguiendo las recomendaciones de los foros internacionales, especies vegetales que anteriormente se clasificaban como arbustos o arbolillos.

Para toda la comunidad autónoma y el total de especies, la biomasa arbórea, medida por su principal componente el volumen maderable con corteza, y la cantidad de pies mayores -existencias- han crecido notablemente, un 48 por ciento y un 30 por ciento, respectivamente, habiéndolo hecho en menor medida la cantidad de pies menores, sólo un 12 por ciento.

El Inventario Forestal Nacional, que ahora se encuentra en su tercer ciclo, es un proyecto complejo y costoso pero absolutamente necesario para planificar y actuar racionalmente sobre los montes españoles. Constituye una herramienta fundamental para la política forestal.

En su realización el Ministerio de Medio Ambiente ha invertido un total de 6 millones de euros y en su diseño y ejecución han participado las dos administraciones, estatal y autonómica.

También ha participado significativamente el "Centre de recerca ecológica i aplicacions forestals" (CREAF) añadiendo a las mediciones normales de un inventario forestal otras complementarias.

A diferencia de los ciclos anteriores, en los que se estudiaba, exclusivamente en el primero y principalmente en el segundo, el bosque como productor de biomasa arbórea, en este Tercer Inventario se han investigado, con igual intensidad, las funciones protectoras – del suelo, del agua, de la biodiversidad, del paisaje, etc. -, recreativas y socioeconómicas, a través de más de 120 indicadores que cubren todos los aspectos presentes en los ecosistemas forestales arbolados.

La Moncloa

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