En un artículo anterior hablábamos sobre la cecina de vaca, típica de la gastronomía de León. Producto tradicional de la Sierra de Albarracín, la cecina de jabalí, a diferencia de las cecinas elaboradas en el norte de España, no pasa por un proceso de ahumado durante su curación. Esto es debido a que la climatología de la zona tiene unas características determinadas y la cecina de jabalí se cura de forma natural en unos secaderos situados a 1500 metros del nivel del mar. El proceso deja intacto el sabor y aroma de las carnes, sin adquirir el efecto unificador que produce el ahumado.
La cecina de jabalí de Montes Universales está elaborada por Maita y Edulis, empresa artesanal especialista en elaborar chacinas de montaña. Presentada en tres formatos distintos; entera, troceada y en lonchas la cecina se sirve cortada finamente, sola o aderezada con aceite de oliva.