Fresh Lemon S.L., ubicada en Sevilla, se ha convertido en la primera empresa hortofrutícola en iniciar los trámites precisos para la certificación de sus manipuladores de alimentos, mantenedores de instalaciones y supervisores. CERAL S.L., Entidad de Certificación y Aseguramiento Alimentario, será el encargado, mediante el Modelo Consolidado de Certificación de Personas, de evaluar y certificar a las quienes intervengan en los procesos de tratamiento de los alimentos.
El Modelo Consolidado de Certificación de Personas nace con el objetivo de responder a la demanda social de seguridad alimentaria. El C.S.A., responsable de su creación, afirma que el 90% de las contaminaciones de los alimentos son consecuencia directa e indirecta de los manipuladores de alimentos.
Pues bien, ha sido una empresa sevillana, Fresh Lemon S.L., la primera del sector hortofrutícola en iniciar los contactos con Ceral para evaluar y certificar a sus manipuladores y recibir la concesión del sello IA – 300. Esta innovadora entidad dedica su actividad al sector de suministros para catering y restauración colectiva. En concreto, fabrica rodajas de limón fresco embolsadas, algo novedoso y donde los manipuladores de alimentos tienen gran responsabilidad en las condiciones higiénico sanitarias del producto.
Una vez firmado el contrato entre ambas entidades se procederá a evaluar a las personas que trabajan en las citadas actividades de la empresa. En el momento en que sean otorgados los certificados, si se cumplen los requisitos, Fresh Lemon contará con la plena garantía de que el proceso de embolsado de las rodajas de limón se ha realizado minimizando al máximo los riesgos para el consumidor.
Este modelo, de reciente creación, tiene como bases fundamentales:
Probar la capacidad actitudinal y aptitudinal de una persona para desarrollar los trabajos de manipulador de alimentos en sus tres niveles de responsabilidad para 37 sectores de la industria alimentaria.
El compromiso de una persona con su salud y los riesgos que ésta puede provocar en su actividad.
La diferencia entre los distintos sectores de actividad en la industria alimentaria.
El seguimiento de la persona en cuanto a la actitud, compromiso y capacidad de la persona certificada respecto a los requisitos acordados.
El proceso de certificación comprende tres fases en el Modelo: formación, control higiénico-sanitario y, por último, la evaluación y certificación. Esto significa que se lleva a cabo un proceso teórico y práctico, en locales de escenificación, que se actualiza cada dos años, con objeto de formar a los candidatos a la obtención del certificado.
El control higiénico-sanitario aplica los protocolos médicos definidos para este sector y debe ser realizado por la persona anualmente.
Por último, resaltar los tres elementos de que se compone la evaluación y la certificación, mediante cuestionarios y toma de muestras: Curricular (requisitos mínimos y experiencia laboral en el sector), Formativa (formación específica y homologada) y Práctica (actividad profesional).
Nos encontramos, por tanto, ante el inicio de un proceso que puede convertirse en poco tiempo en referente para las empresas de cara a su credibilidad ante los consumidores.
CSA