«Como economía en rápido crecimiento, China se está convirtiendo también en un gran agente contaminador», dijo tras la visita el presidente de la delegación del Parlamento Europeo (PE) que se desplazó al país, el eurodiputado socialista italiano Guido Sacconi. En su opinión, «cuando expire el Protocolo de Kyoto, sólo será posible establecer una nueva estrategia de lucha contra el cambio climático si países como China o India forman parte del acuerdo».
La importancia de China
China es hoy, tras Estados Unidos, el país que mayor cantidad de gases de efecto invernadero emite a la atmósfera. Mientras que en 1990 la cantidad de emisiones de dióxido de carbono procedentes de este país no llegaban al cincuenta por ciento de las estadounidenses, se espera que en los próximos años China se sitúe como el país más contaminante del mundo.
Aunque ratificó el Protocolo de Kyoto en 2002, como país en desarrollo no estaba obligada a reducir sus emisiones, en las que los combustibles fósiles desempeñan un papel fundamental. Con una economía en fuerte expansión y 1.300 millones de habitantes que la convierten en el país más poblado del mundo, China es el mayor consumidor mundial de carbón y petróleo.
Compromiso
«Hace poco, China adoptó un programa de lucha contra el cambio climático, y está firmemente comprometida en mejorar su eficiencia energética», explicó Sacconi, quien aseguró que la visita de los eurodiputados a Pekín les permitió «comprender mejor la posición» del país en este sentido.
Por su parte, el ponente del informe sobre la materia en la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, el eurodiputado alemán del Partido Popular Europeo Karl Heinz Florenz, declaró que «a partir de las conversaciones mantenidas con representantes de la Asamblea Popular Nacional china, del gobierno y de la sociedad civil, hemos comprobado que el cambio climático es una de las prioridades políticas para las autoridades chinas». «Tengo la impresión de que están adoptando y aplicando leyes para empezar a luchar con éxito contra el cambio climático», agregó.
La posición de China tras Kyoto
Florenz subrayó la satisfacción de los eurodiputados que formaron parte de la delegación «al constatar que para China, igual que para la Unión Europea, la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático es el único marco apropiado para las negociaciones internacionales» sobre este asunto. Además, afirmó que las autoridades chinas comparten la opinión de las comunitarias acerca de la necesidad de llegar a un acuerdo sobre la estrategia «post Kyoto» para 2009, y mostró su convencimiento de que China será un socio clave para la Unión Europea en las negociaciones. «El éxito en la lucha contra el cambio climático es un interés compartido», añadió.
Para el presidente de la delegación, Guido Sacconi, la principal conclusión del viaje es que «China está muy comprometida con la lucha contra el cambio climático y dispuesta a comprometerse a reducir las emisiones, ahorrar energía y mejorar su eficiencia energética», aunque «se mantiene uno de los asuntos críticos: el hecho de que China considera que la actual estructura del Protocolo de Kyoto debe mantenerse, y que por tanto los países en desarrollo y las economías emergentes no deben adoptar compromisos cuantitativos». Es decir: se acepta reducir las emisiones, pero no fijar la cuantía de la reducción.
El PE, por un nuevo acuerdo
En una resolución adoptada el pasado 22 de octubre, el Parlamento Europeo insta a la Unión Europea a asegurar «a más tardar en 2009» un acuerdo internacional sobre cambio climático en el que se incluyan objetivos vinculantes relativos al volumen máximo de emisiones para todos los países industrializados, a los que se pide que asuman el liderazgo, así como un papel ejemplarizante, comprometiéndose con una reducción de las emisiones «de al menos un treinta por ciento para 2020 y de entre el sesenta y el ochenta por ciento para 2050 frente a los niveles registrados en 1990».
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