Las nuevas variedades permitirán satisfacer el gusto de los consumidores y mejorar la composición de ácidos grasos, claves en una protección de la salud, una de las razones de la expansión del consumo de aceite de oliva en el mundo
La producción mundial de aceite de oliva casi se ha duplicado en los últimos veinte años; y se espera que siga creciendo a medida que se dedican nuevas tierras a dicho cultivo.
Las pruebas científicas de que el aceite de oliva resulta efectivo para proteger la salud humana han desempeñado un papel fundamental en la reciente expansión del aceite de oliva en el mundo.
La importancia biológica y nutricional de los aceites vegetales está ligada a la naturaleza de los ácidos grasos que contienen, además de a la presencia de varios componentes menores. El aceite de oliva se caracteriza por una alta proporción de ácidos oleicos mono-insaturados, en contraste con otros aceites vegetales con mayor proporción de ácidos grasos saturados (como el de coco y el de palma) o ácidos grasos poli-insaturados (como el de soja, girasol, lino y aceites procedentes de frutos secos como la castaña o la nuez).
Diversos estudios han demostrado que una dieta rica en ácidos grasos mono-insaturados produce numerosos beneficios para la salud además de mejorar los niveles de colesterol, lo cual sugiere que este tipo de dieta tiene un gran potencial para la prevención de trastornos cardiovasculares. Por otra parte, la composición de ácidos grasos también es importante desde el punto de vista de las propiedades comerciales del aceite.
Programas para el cultivo del olivar
Las investigaciones realizadas en los últimos años han promovido la puesta en marcha de programas de cultivo de aceitunas en los principales países productores olivareros. En 1991 se puso en marcha en Córdoba un programa de cultivo del olivar dirigido a obtener nuevas variedades para la producción de aceite de oliva, realizando cruces entre las especies Arbequina, Frantoio y Picual. En el proceso de evaluación se tuvieron en cuenta sus características agronómicas, su período de desarrollo y su contenido en aceite, así como su composición en ácidos grasos.
El objetivo del trabajo era evaluar la composición en ácidos grasos de 15 aceites seleccionados según un ensayo de campo comparativo establecido en 2001.
El estudio mostró importantes diferencias en la composición de ácidos grasos de los 15 aceites seleccionados, permitiendo la clasificación de genotipos en cuatro grupos según su composición. El trabajo ha demostrado que puede realizarse la selección temprana de la composición en ácidos grasos en la fase de semillero, de manera efectiva mediante cruces en programas de cultivo del olivar.
Los resultados de este estudio se han publicado en el artículo Composición de ácidos grasos de selecciones avanzadas de aceituna obtenidas mediante cruce escrito por Lorenzo León, Raúl de la Rosa, Aurelio Gracia, Diego Barranco y Luis Rallo con la colaboración del IFAPA Centro Alameda del Obispo (Córdoba) y el Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba. El proyecto ha contado con la financiación del Instituto Nacional de Investigación Agrícola (INIA), el Ministerio de Educación y Ciencia español y el Fondo Social Europeo.
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