Nota de Greenpeace La declaración ha sido hecha pública de forma simultánea en la conferencia del Convenio de Diversidad Biológica (CBD) que se celebra en Kuala Lumpur, Malasia y la reunión anual de la Asociación Americana para el Progreso de la Ciencia en Estados Unidos.
Los científicos han reclamado de forma urgente a la ONU el establecimiento de una moratoria del método de pesca más destructivo: el arrastre de fondo en aguas profundas. Han reclamado a las naciones y estados la prohibición de este arte de pesca más allá de las zonas económicas exclusivas de cada país. El objetivo es proteger los bosques de corales y arrecifes de profundidad. Reclaman la prohibición de la modalidad de pesca de arrastre que permite pescar en los abruptos fondos marinos. Se reclama a los gobiernos que apoyen la investigación de los corales de profundidad y las comunidades de esponjas marinas y que establezcan una red de áreas marinas protegidas efectiva y representativa a nivel mundial.
Los científicos han descubierto recientemente bosques de corales y arrecifes submarinos repartidos a través de las frías y profundas aguas de todo el planeta formando densos bosques con «árboles» de más de 10 metros de altura. Cientos de miles de especies viven en los llamados «bosques de profundidad». Pero incluso antes de que los científicos reflejen en un mapa su situación, los corales de profundidad están siendo destruidos por la pesca comercial, especialmente el arrastre de profundidad.
«Ejercer la pesca de arrastre de fondo en aguas profundas es como talar un bosque virgen. Cada arrastrero destruye todo a su paso. Para capturar unos pocos peces, cientos de especies, algunas de las cuales no han sido todavía identificadas, son destruidas»- ha declarado María José Caballero, responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace- «Los gobiernos presentes en la Convención de Diversidad Biológica deben adoptar una resolución recomendando que la Asamblea General de Naciones Unidas adopte inmediatamente una moratoria sobre el arrastre de profundidad y detenga esta destructiva actividad».
Greenpeace