Según un estudio realizado por el Centro de Investigación y Formación Agraria (CIFA), las mayores producciones acumuladas son para la variedad Comanche, de 27,45 kilos por metro cuadrado.
En cuanto a la jugosidad, el ‘Jack’ alcanzó los valores más altos en prácticamente todas las recolecciones. La jugosidad media osciló entre el 63,89% del ‘Sinatra’ y el 73,23% del ‘Jack’.
En cuanto a la firmeza de las diferentes clases de tomate, los valores más altos correspondieron, para la mayor parte de las recolecciones, a los cultivares de la clase ‘Sinatra’ y ‘Caramba’.
En concreto, en el ensayo desarrollado por el CIFA, dichas variedades presentaron las medias más altas con valores de 3,6 kilos y 3,4 kilos respectivamente, mientras que el ‘Cabrales’ (aún no incluido en la marca CC) apareció como el más blando con una media de 2,81 kilos.
Finalmente, todos los cultivares presentaron valores medios de PH entre 4 y 5, considerados necesarios para un buen sabor. En este aspecto, las variaciones en los valores medios fueron muy pequeñas estando comprendidas entre 4,22 y 4,21 para ‘Goloso’ y ‘Jack’ y 4,11 y 4,15 para ‘Sinatra’ y ‘Cabrales’ respectivamente.
El trabajo del CIFA sobre estos cultivares, financiado por la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Biodiversidad del Gobierno de Cantabria, fue realizado para hacer una evaluación agronómica y físico-química de estos seis cultivares de tomate; evaluar sus características sensoriales; y estudiar las posibles relaciones entre la percepción de los consumidores y los parámetros indicadores de la calidad del tomate medidos instrumentalmente.
Europa Press