En este sentido, explicó que este año el precio medio de la naranja oscila para los agricultores entre los 0,24 y 0,35 euros por kilo, lo que «sitúa la horquilla de los precios en las cifras de hace ocho o diez años» debido a que en las últimas campañas «la naranja se vendía por debajo del precio de costo y los gastos de producción doblaban al de la venta».
Por ello, el presidente de los citricultores expuso que «ahora la naranja tiene más valor en el mercado pese a que éste vaya despacio» debido a que «la fruta llega a ser en estos momentos casi considerado como un producto de lujo», indicando además que «ahora hay menos oferta que demanda» en este sector.
Asimismo, Reyes confió en que la campaña continúe con los mismos parámetros, sobre todo, de cara al mes de enero «cuando comienza la época fuerte de recogida», a lo que añadió que aunque «la mayor parte de la mano de obra será local» debido a que por el momento «sólo se ha contratado un 10% y este porcentaje aumentará a partir del mes de enero pero de forma muy ligera».
Además, remarcó que «la escasez de lluvias podría afectar al calibre de la naranja, pero tampoco sería positivo demasiada humedad, lluvias y viento» debido a que podrían dañar la fruta, motivo por el cual confió en que «las condiciones meteorológicas sean óptimas y la humedad no sea permanente».
De este modo, para esta campaña de cítricos está previsto que se generen «alrededor de 30.000 puestos de trabajo» y que la producción alcance las 420.000 toneladas lo que supondrá un volumen de negocio de unos 75 millones de euros, «aunque esta cifra podrá variar en función de las condiciones meteorológicas y del mercado».
Europa Press