Extremadura, que concentra el 92,5 por ciento de la producción nacional, es un claro ejemplo de la actividad ligada al cultivo del tabaco, que contribuye de forma activa al mantenimiento del desarrollo socio- económico de las zonas rurales.
La Secretaria General de Medio Rural del MARAM ha manifestado que se puede hacer un balance bastante positivo de las reformas de 2004, al que ha contribuido notoriamente la decisión de España sobre la aplicación del nivel máximo de acoplamiento de las ayudas, que ha permitido la estabilización de la producción y superficie cultivada en el entorno de las 32.000 toneladas y 10.000 hectáreas respectivamente. Estas cifras sitúan a España entre los principales países productores de la Unión Europea.
Desde el MARM, ha añadido Alicia Villauriz, se comparten las pretensiones de los distintos Acuerdos suscritos por la totalidad de la cadena europea del tabaco, representada por los productores (UNITAB), la industria transformadora (FETRATAB) y los trabajadores (EFFAT), en Bovolone (febrero de 2007 febrero de 2008) y Mérida (junio de 2008), para lograr la prórroga del período transitorio de las ayudas hasta 2013, lo que permitirá crear un marco adecuado para garantizar el futuro a largo plazo del cultivo e incidir positivamente en la economía de todas las zonas tabaqueras.
Asimismo, la Secretaria General ha añadido que la continuidad del cultivo del tabaco pasa, obligatoriamente, por adecuar las producciones al mercado y eso significa, ineludiblemente, hacer política de calidad. En este sentido, se ha elaborado el Manual de Gestión de Buenas Prácticas Agrícolas. Alicia Villauriz ha terminado subrayando que es una responsabilidad compartida por todas las administraciones el preservar el desarrollo socio-económico adquirido por las regiones tabaqueras nacionales
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