Nota de opinión de COAG
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG, lamenta la actitud del ministro de agricultura, Miguel Arias Cañete, en el proceso negociador del capítulo agrario del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Marruecos. El sector se siente indefenso frente a las incertidumbres que genera la ampliación del cupo de las importaciones de hortalizas marroquíes, los productores españoles han realizado grandes inversiones en busca de competitividad y nuevos mercados y, sin embargo, no podrán cubrir siquiera sus costes de producción si se confirman los términos de la renovación del acuerdo.
Por su parte, el Ministerio de Agricultura no ha convocado a los representantes del sector afectado, el hortofrutícola, para evaluar las consecuencias del acuerdo, ni para diseñar una estrategia que lo evite o minimices sus consecuencias. Esta ausencia de comunicación y de colaboración, unido a la resignación y el derrotismo previo a las negociaciones y a las disparatadas declaraciones proferidas por el ministro, lleva a esta organización a pensar que el Ministerio de Agricultura no se está tomando en serio la preocupante situación en la que se sumirá el sector, una vez rubricado el acuerdo.
Los productores españoles han perdido un 14 % de renta en la última campaña, por lo que, incrementar las exportaciones de tomate de Marruecos, pone en un grave e irreversible peligro al sector, que se ha endeudado para garantizar una calidad y una seguridad que no ofrecen las mercancías foráneas. La ausencia de controles de residuos de fitosanitarios sobre las frutas y hortalizas que Marruecos exporta al mercado europeo y la ineficacia de controles en las aduanas europeas son también preocupaciones añadidas, que no contemplan las autoridades comunitarias ni la administración española.
Nuestros productores se sienten marginados cuando contemplan como los productores franceses de cereal salen beneficiados con el acuerdo, y como los hortofruticultores holandeses y franceses tampoco se ven perjudicados, porque la llegada de los productos marroquíes no les coincide con sus calendarios de producción
COAG