Coag: ‘Europa cambia trigo francés por tomate español’

Nota de COAG
Los negociadores marroquíes y la Comisión han conseguido llegar a un compromiso general sobre el cereal y el tomate. En la próxima semana continuarán las negociaciones entre ambas partes para rematar los aspectos del acuerdo que quedan pendientes y que afectarán también a otras producciones hortofrutícolas, como es el caso de la judía verde, el calabacín, el melocotón destino industria, la flor cortada y otros.
Las negociaciones han estado paralizadas durante los últimos dos meses debido a las escasas concesiones que estaba dispuesto a hacer Marruecos en los cereales y más concretamente en el trigo blando, verdadero escollo para llegar al acuerdo final en esta última fase de negociación. Marruecos ofreció tan solo un contingente de 400.000 toneladas con una reducción de un 25% del arancel, cuando Bruselas pedía 1,5 millones con una reducción del 50% del arancel.
Al final el acuerdo sobre los cereales ha quedado que la UE podrá exportar 1.060.000 toneladas de trigo blando con una reducción del arancel del 38%. Sin embargo cuando la producción de Marruecos supere los 2,1 millones de toneladas en una campaña dada, el contingente se reducirá de forma lineal hasta un mínimo de 400.000 toneladas, cuando la producción marroquí sea igual o mayor de 3 millones de toneladas
En el caso del tomate se había alcanzado un principio de acuerdo en julio pasado que ahora ha sido ratificado y que no será válido hasta que se cierre todo el capítulo agrícola. Está claro que hay un intercambio de productos mediterráneos, principalmente hortofrutícolas, por productos de procedencia continental. En definitiva, y como es habitual, gana Francia y pierde España.

El acuerdo para el tomate
Las primeras informaciones del acuerdo para el tomate son todavía incompletas, aunque se establecería un contingente inicial de unas 175.000 toneladas en la primera campaña de aplicación (2003-2004), distribuidas en cupos mensuales de octubre a mayo. A este contingente se le añadirá un contingente adicional de 15.000 toneladas por cada una de las cuatro campañas siguientes, para alcanzar en la campaña 2006/07 las 220.000 toneladas. Este contingente adicional estaría distribuido por meses, y se podría reducir si en una campaña dada las exportaciones de tomate superaran las cuotas establecidas.
Según lo anterior el contingente al final de los próximos cuatro años sería de 220.000 toneladas, sin tener hasta ahora noticias más concretas de cómo se gestionará y controlará dicha cantidad y cómo se distribuirá mensualmente, aunque parece seguro que será durante el período octubre –mayo, que es cuando la producción española tiene mayor importancia.

Campaña 2003-04: 175.000 toneladas.
Campaña 2004-05: 175.000 + 15.000 = 190.000 toneladas.
Campaña 2005-06: 175.000 + 30.000 = 205.000 toneladas.
Campaña 2006-07: 175.000 + 45.000 = 220.000 toneladas.

En base a estas cifras, en la campaña 2006-07, el aumento del contingente del tomate será de un 30% sobre el contingente que se ha mantenido provisionalmente durante las últimas dos campañas y de un 46% respecto a lo acordado en 1995 cuando se negoció el Acuerdo de Asociación.
Este acuerdo perjudica seriamente a los productores de frutas y hortalizas españoles y, muy especialmente, a los murcianos, principales abastecedores de tomate del mercado comunitario, que en la última campaña han perdido un 14 % de renta, por lo que otorgar nuevas concesiones a Marruecos pone en un grave e irreversible peligro al sector, que se ha endeudado para garantizar una calidad y una seguridad que no ofrecen las mercancías foráneas.
La ausencia de controles de residuos de fitosanitarios sobre las frutas y hortalizas que Marruecos exporta al mercado europeo y la ineficacia de controles en las aduanas europeas son dos poderosas razones para que la Ministra de Asuntos Exteriores transmita el mensaje de que los acuerdos agrícolas con la Unión Europea deben respetar las reglas de los mercados comunitarios, y no deben basarse en una competencia desleal (el precio de entrada de tomate marroquí en la última campaña está por debajo de los costes de producción en España).
Por otro lado, según un informe reciente del INRA, el escenario de la desprotección de los cereales para Marruecos acarreará una subida del PIB en el país magrebí, así como una mejora del poder de compra superior al 2% (por la bajada de precios al consumidor), al tiempo que desaparecerá cerca del 40% de la producción cerealista de Marruecos, consolidando una tendencia provocada por la liberación del comercio agrícola en Marruecos, cual ha sido que entre 1991 y 1999 la tasa de pobreza el mundo rural se haya incrementado, pasando del 18% al 27,2%.
Con el nuevo Acuerdo, tanto los agricultores españoles –muy particularmente los murcianos-, como los agricultores marroquíes, perderemos, y a cambio, los exportadores franceses de trigo, ganarán. Ante tal situación, desde COAG Murcia se exige a las Administraciones competentes en este capítulo, una actitud más beligerante y de defensa de los intereses españoles ante los otros países comunitarios, así como compensaciones económicas para los productores hortofrutícolas por los perjuicios que pueden causar en el sector las concesiones derivadas de estos acuerdos.
Nota de COAG

COAG

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