En un comunicado, COAG-A recordó que ya advirtió al inicio de la montanera de que los productores tradicionales de porcino ibérico se enfrentaban a un nuevo ciclo de engorde llenos de «incertidumbre, con precios sensiblemente inferiores a los de campañas anteriores y, en muchos casos, sin haber cobrado, los cochinos vendidos en la campaña pasada».
Las causas de esta situación, según apunto, hay que buscarlas en el desarrollo de un modelo «auspiciado en muchos casos por capital ajeno al sector» que ha primado «la obtención de la mayor cantidad posible de producto en detrimento de la calidad del mismo y, en muchas ocasiones, poniendo en peligro un ecosistema tan sensible como es nuestra dehesa».
Así, explicó que determinadas industrias y las grandes cadenas de distribución «auspiciadas por una norma de calidad que así lo permite se han apropiado incorrectamente de los valores que deberían estar asociados a la producción tradicional de cerdo ibérico en dehesa, utilizando términos recogidos en la legislación pero que confunden al consumidor, tal y como esta organización ha advertido en reiteradas ocasiones».
Además, destacó que COAG-A rechazó «desde el principio» esta norma de calidad y señaló que ahora, «cuando los hechos confirman que ese rechazo estaba más que justificado», COAG-A reclamó el establecimiento de un nuevo marco de producción y comercialización, basado en unas relaciones comerciales equilibradas, la diferenciación real y no ficticia de la producción de calidad y el respeto a la dehesa.
En este sentido, apuntó que el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino debe tomar cartas en el asunto y definir ese marco, modificando la legislación vigente, persiguiendo la competencia desleal y permitiendo a los ganaderos desarrollar su actividad de manera totalmente diferenciada del modelo industrial predominante, posibilitando así la rentabilidad de las explotaciones.
Si no, advirtió de que los productores tradicionales de porcino ibérico se verán obligados a abandonar la actividad, con los problemas que esto acarrea –cada finca abandonada supone que no se realicen las labores de mantenimiento, incrementando así el riesgo de incendios–.
En Andalucía, hay censadas alrededor de 10.000 explotaciones de porcino ibérico y sus cruces, de las cuales unas 6.300 se clasifican como extensivas. Actualmente existen declaradas en Andalucía 719.000 hectáreas dedicadas a la montanera, destacando la provincia de Huelva, con la mayor superficie.
Durante el año 2008 se certificaron en la Comunidad andaluza un total de 1,35 millones de animales dentro de la norma de calidad, de los cuales 180.000 eran ibéricos puros de bellota y 755.000 ibéricos de cebo, constituyendo éstos últimos el 55 por ciento del total certificado.
Europa Press