LA UNIÓ-COAG afirma que los lobbies citrícolas de Estados Unidos presionan durante los últimos días a las autoridades del departamento agrícola del gobierno federal (USDA) para que el veto a las clementinas españolas se prolongue durante alguna campaña más.
Kam Quarles, director de Asuntos Gubernamentales de la cooperativa Sunkist -cuya homóloga en España podría ser Anecoop- señaló hace unos días a los medios de comunicación estadounidenses que «el Departamento de Agricultura de Estados Unidos no debería apresurarse a la hora de permitir el acceso a las clementinas españolas después de los múltiples hallazgos de mosca mediterránea del año pasado y que llevaron a la prohibición del 5 de diciembre».
Esta misma fuente autorizada de la principal empresa productora y comercializadora de cítricos de EEUU prosigue diciendo que «queremos estar seguros de que el proceso de preparación de las normas -en referencia al nuevo protocolo- es seguido al pie de la letra; si son necesarios para ello tres o cuatro campañas, que así sea».
Asimismo el responsable de relaciones corporativas de Sunkist, Mike Wooton, ha afirmado en los medios de comunicación estadounidenses que «el USDA debe asegurarse de que los productores estadounidenses estén bien protegidos. Este departamento debe insistir en el control de la mosca en España, no sólo en el tratamiento de frío».
Joan Brusca, secretario general de LA UNIÓ-COAG, destaca que «estas nuevas informaciones ponen de manifiesto, tal y como viene denunciando nuestra organización desde el inicio del conflicto, que el veto unilateral es única y exclusivamente una cuestión comercial». Cabe recordar que ya LA UNIÓ-COAG desveló hace unas semanas un informe del propio USDA donde se especificaba textualmente que gracias al veto, las mandarinas tangerinas estadounidenses habían despertado mayor demanda entre los consumidores y unos precios que hacía muchas campañas que no se lograban.
Por otra parte hoy se celebra la Asamblea General Extraordinaria de Intercitrus donde se analizará el nuevo protocolo de exportación a Estados Unidos. Joan Brusca dice que «la postura de LA UNIÓ-COAG será la de aceptar la voluntad mayoritaria del sector, aunque no comparte la modificación del protocolo porque es darle la razón a EEUU de que ha habido un problema fitosanitario y es un agravio comparativo respecto al resto de países productores a los que no se les exige estos nuevos condicionantes».
Unió-Coag