No se recuerda una campaña de verano tan desastrosa para las producciones de regadío en el Campo de Cartagena -y en el resto de la Región-, lo que está siendo debido a que los precios en origen de las producciones agrícolas están a unos niveles tan bajos que, no sólo no cubren los costes de producción, sino que está provocando que parte de dicha producción se quede en la tierra por estar su precio por debajo del de cogida, como es el caso más espectacular de la patata temprana de la que han quedado sin arrancar 40 millones de Kg.
La crisis de precios afectan gravemente al pimiento de invernadero prácticamente desde el inicio de campaña en el mes marzo, con unos precios actuales que oscilan entre los 0,30 €/Kg a los 0,15 €/Kg, para el pimiento rojo y los 0,40 €/Kg y los 0,30 €/Kg para el pimiento verde. La patata temprana, llegó a cotizarse a 0,06 €/Kg, justo antes de que se dejaran de arrancar.
En la campaña de sandía, casi recién empezada, los precios han caído a unos ridículos 0,06 €/Kg a 0,08 €/Kg, en el campo, siguiéndole en este hundimiento de precios los melones de las variedades Amarillo, Cantaloup y Galia, que se están dejando de recoger de los bancales, estando el melón Piel de Sapo a unos precios de entre 0,18 y 0,20 €/Kg, y a la baja.
La causa determinante de esta situación hay que buscarla en la actitud monopolística de las grandes cadenas de distribución que están haciendo soportar a los agricultores sus guerras comerciales y sus compromisos con determinados países, como ha sido el caso más escandaloso de Carrefour que ha hundido el precio de la patata temprana murciana para vender patata francesa de mala calidad ya que estaba almacenada varios meses.
Esta situación esta provocando, como ya lo denunciara nuestra organización hace escasamente un mes, una descapitalización acelerada de la agricultura más competitiva de nuestra Región, lo que choca con los “cantos de sirena” de aquellos responsables económicos y políticos que no hacen más que alabar el “buen hacer” de nuestra agricultura que actúa, por si fuera poco, de “colchón” ante el paro de otros sectores.
Menos palabras y más hechos es lo que necesita una agricultura que camina a la ruina de no remediarse la situación.
COAG