COAG considera desmesurada la carga impositiva que soporta el carburante agrícola

Nota de COAG

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG, considera desmesurada la carga impositiva que soporta el carburante que consume el sector productor de alimentos. El carácter social, medioambiental y de equilibrio geodemográfico que aporta el sector agrario no debería estar sometido a imposiciones que se refuerzan cada vez que sube el precio de los carburantes; la subida del petróleo quebranta la rentabilidad de un buen número de explotaciones agrarias, mientras que favorece la recaudación por parte del Ministerio de Hacienda. COAG reitera la necesidad de introducir un gasóleo profesional agrario que permita mantener un mundo rural vivo, que suministre productos de calidad a precios razonables, las cargas impositivas contribuyen a diezmar la riqueza del tejido agrorural del que depende el conjunto de la sociedad.

Generalmente, la fiscalidad de los carburantes se sustenta sobre tres pilares: los impuestos especiales, que son derechos específicos (fijos por cantidad física del producto), dentro de este grupo se encuentra el impuesto especial de hidrocarburos, que en el caso del gasóleo agrícola (gasóleo B) es de 0,079 céntimos de € el litro; los gravámenes y los cánones, dentro de esta categoría es de aplicación reciente en nuestro país el impuesto especial sobre ventas minoristas de determinados hidrocarburos; y, por último, el IVA, que es un derecho ad valorem (proporcional al precio de venta del producto) cuyo tipo aplicable es en estos momentos de un 16% en nuestro país.

El sistema descrito hace que a mayor precio de los productos petrolíferos, mayor carga fiscal en el caso del IVA, puesto que la recaudación a través de este impuesto aumenta de forma proporcional al aumento del precio del producto gravado, no sucediendo lo mismo con los otros dos impuestos aplicables.

Si extrapolamos este sistema impositivo al gasóleo agrícola de nuestro país el resultado es el siguiente:

-precio sin impuestos de un litro de gasóleo agrícola en estos momentos es de 0,304 (50,58 ptas)

-a ese precio se aplica el impuesto especial de hidrocarburos (IIEE) cuyo tipo es 0,079 € (13,09 ptas)

-el siguiente impuesto a aplicar es el impuestos sobre venta minorista (IVM) de determinados carburantes conocido como tasa de carburantes cuyo tipo es de 0,006 € por litro (1 ptas)

-el último impuesto que ha de aplicarse es el impuesto sobre el valor añadido (IVA) al tipo de 16% esto es, 0,06224 € (10,35 ptas)

-por lo que el precio final del litro de gasóleo después de impuestos es de 0,451€ (75, 04 ptas)

En esta tabla puede apreciarse claramente cómo repercuten los impuestos en el precio final del gasóleo agrícola en la medida en que el precio del carburante ha ido variando desde principios de año, como se puede comprobar el porcentaje que representan los impuestos sobre el precio del gasóleo es considerable, situándose a mediados de mayo en la significativa cifra de 32,5%, porcentaje que aumenta a medida que se eleva el precio del carburante debido al efecto del IVA.

Para constatar la importancia del efecto que produce los distintos impuestos que gravan el gasóleo agrícola, basta observar la tabla siguiente en la que se reflejan los ingresos que obtendría el Estado por la aplicación de este sistema tributario. Teniendo en cuenta que el consumo total de gasóleo agrícola en España ascendió a 5.450.000 tn. y que el precio medio de este producto fue de 0,410 €/lt., los ingresos totales del Ministerio de Hacienda después de aplicar los tipos correspondientes al IVM, IIEE e IVA ascienden a 832,49 millones de € (138.514,21 millones de las antiguas pesetas)

COAG

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