COAG: ‘Decepcionante aprobación sobre el maíz Bt-11 por la Comisión Europea ‘

Nota de COAG

Con la aprobación por parte de la Comisión Europea de la importación de un tipo de maíz transgénico llamado Bt-11, la CE pone fin a la «moratoria de facto» que impedía la autorización de organismos modificados geneticamente (OGM). La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG, califica esta actuación de imprudente y decepcionante ya que la CE ha tomado esta decisión a pesar de que el pasado 26 de abril esta variedad de maíz dulce para consumo humano no recibió el respaldo del Consejo Europeo de Ministros de Agricultura.

La variedad de maíz transgénico, conocido como Bt-11, fue sometido a un proceso de evaluación de riesgos bajo una normativa obsoleta y anterior a la moratoria, el Reglamento (EC) 258/97. Este proceso estuvo rodeado de polémica y, desde entonces, la Agencia de Seguridad Alimentaria francesa, la Agencia Federal Medioambiental autriaca y organismos públicos de Bélgica han planteado serias dudas sobre la validez del proceso y la seguridad de este maíz que ponen en entredicho tanto la veracidad de los datos ofrecidos por la empresa multinacional dueña de esta variedad, Syngenta, como de la evaluación de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria.

COAG considera que por el momento no hay estudios científicos suficientes ni un marco legislativo adecuado para que la UE liberalice la comercialización de este tipo de cultivos. Por este motivo, esta organización considera que no se debería poner fin a la moratoria para la autorización de OGM en tanto no se disponga:

-De medidas que garanticen la no-contaminación de la agricultura convencional y orgánica por los cultivos transgénicos,

-De normativa que establezca la responsabilidad en caso de contaminación según el principio de quien contamina paga,

-De sistemas de trazabilidad eficaces que aseguren una información transparente a lo largo de toda la cadena alimentaria,

-De un plan de seguimiento que permita vigilar adecuadamente la efectividad del carácter insecticida y las posibles repercusiones negativas de las variedades transgénicas para el medio ambiente y la salud.

El problema de la coexistencia entre cultivos transgénicos y no transgénicos, evocado en el primero de estos puntos, nace de la posibilidad real de contaminación de cultivos convencionales y ecológicos por material transgénico, bien por el intercambio de polen en los campos, bien por la mezcla de las cosechas. En este sentido, Andoni García, responsable de Seguridad Alimentaria de COAG ha apuntado que «evitar la diseminación incontrolada de los OMG en el medio ambiente y preservar parte de la agricultura y alimentación libres de transgénicos son imprescindibles para garantizar la libre elección tanto del agricultor como del consumidor».

Por esta razón, COAG insta a las distintas Administraciones que legislen y adopten medidas:

-Que garanticen la NO contaminación por OMG de semillas, cultivos y alimentos no transgénicos;

-Que garanticen zonas libres de transgénicos donde los OMG pondrían en peligro otras formas de agricultura;

-Que hagan pagar los sobrecostes de estas medidas y las reparaciones por daños causados por OMG a los responsables de la liberación al medio ambiente de los OMG.

Este comunicado se encuadra dentro de la campaña que las organizaciones integrantes de Plataforma Rural están llevando a cabo con el objetivo de trasladar a la sociedad el riesgo que supone la autorización indiscriminada de transgénicos

COAG

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