Nota de COAG
El Campo registra el doble de paro que la Ciudad: la tasa de paro agrario en 2003 fue del 15,9%, mucho más elevada que la media de sectores no primarios cuya tasa está en el 7,9%.
El secretario general de COAG, Miguel López, se ha lamentado al conocer los nuevos datos porque «indican que el sector agrario se encuentra sumido en una grave crisis que provoca la destrucción de empleo, en un marco en el que la creación de puestos de trabajo en el conjunto de la economía se ha desarrollado en 2003 a un ritmo del 2,7%».
Durante el año 2003, 892.700 personas han estado trabajando en la agricultura y ganadería en el conjunto del Estado, se baja de la barrera de las 900.000 personas y los empleados del sector pasan a representar un 5,3% del total de ocupados.
En los últimos 8 años (de 1996 a 2003) el número de ocupados en la agricultura se ha reducido en 144.500 personas (-14%), pasando de 1.037.200 a 892.700, continuando una tendencia acelerada de pérdida de peso del sector agrario en la economía.
López ha advertido que «las consecuencias de esta pérdida de empleo agrario son dramáticas para muchas zonas rurales, en las que la pérdida de población lleva a la parálisis económica, la desertización y el deterioro del medio ambiente» y urge a las Instituciones «a que desarrollen políticas adecuadas para frenar e invertir este proceso, por el bienestar de la sociedad en su conjunto, que necesita un medio ambiente óptimo y una garantía en la calidad y en la seguridad alimentaria»
Resulta muy difícil adivinar la cifra de ocupados en la que podría estabilizarse el sector agrario español, aunque se puede prever que la cifra actual seguirá descendiendo, dada la elevada media de edad de la población activa agraria y la ausencia de relevo generacional. Esta situación es muy grave porque afecta no sólo a la agricultura, sino también al porvenir de extensas zonas rurales de nuestro territorio. En este sentido, COAG apuesta por el desarrollo de una Ley de Agricultura y Desarrollo Rural que haga frente a esta problemática con un enfoque integral
COAG