El cupo o cantidad nacional de referencia del Estado español, 760.027 toneladas, está muy por debajo de su capacidad productiva real; este año, la producción ha superado las 1.095.653 toneladas (incluyendo orujo y aceituna de mesa). Como el sobrepasamiento supone un recorte lineal de las ayudas, los olivareros españoles van a sufrir una penalización de 64 pesetas por kilo de aceite producido. La ayuda por kilo de aceite cuando no se rebasa el cupo es de 220 pesetas, este año se quedará, por lo tanto, en 155,5 ptas/kilo y el anticipo será de 138,7 ptas/kilo.
La cosecha de este año no es excepcional, lo extraño es producir cantidades que no superen el cupo asignado por la Unión Europea, como logran el resto de países de la Comunidad que gozan de una superior proporcionalidad entre la producción habitual y el cupo asignado y, por lo tanto, disfrutan (excepto Grecia) de las ayudas de manera integra.
España está pues condenada a padecer penalizaciones de manera sistemática. Además, en el caso de algunas provincias ocurrirá en muchas con frecuencia lo mismo que este año; que, a pesar de sufrir una inevitable “penalización climatológica”, que se traduce en cosechas muy por debajo de lo habitual, tienen que conformarse con ayudas penalizadas porque la producción nacional superará el exiguo cupo que se alcanzó con la ministra de Palacio en el año 98.
Además, muchos productores han abandonado sus cultivos habituales para producir oliva, sin embargo, las ayudas liberadas por dichos abandonos no se han canalizado hacia el destino de las nuevas tierras, el olivar.
Por otra parte, nos encontramos con olivares de bajo rendimiento que, sistemáticamente, sufre las penalizaciones cuando, obviamente, jamás ha sido, ni podrá ser, responsable de los sobrepasamientos. Estas explotaciones requieren, por lo tanto, un trato diferenciado; porque sus cosechas son siempre escasas y su contribución al mantenimiento de suelos y entorno es muy elevada, son pues multifuncionales, y sin embargo reciben el mismo tratamiento que las explotaciones intensivas de elevados rendimientos por hectárea, esto es, han de asumir la merma en las ayudas año tras año.
Por todo lo anterior, es evidente que el olivar español necesita una urgente reforma que adecue su cupo a su capacidad productiva, para evitar las penalizaciones como mal estructural, y que se contemple de distinta manera al olivar tradicional.
Mientras no se alcance esa reforma, COAG exige una modulación de las penalizaciones, que repare este efecto perverso del sistema; está organización ya realizó una propuesta al Ministerio de agricultura en esta línea, que fue recibida con agrado porque se demostraba que con dicha modulación se beneficiaba al 97 por ciento de los productores.
Estado miembro Producción estimada (t) anticipo de la ayuda CNG (t)
total oliva orujo (8%) aceituna de mesa ecus/100 kg ptas/kg
España 1.095.653 970.475 77.638 47.540 83,36 138,70 760.027
Portugal 21.505 19.092 1.527 886 117,36 195,27 51.244
Grecia 475.423 430.021 34.402 11.000 104,61 174,06 419.529
Italia 542.538 501.360 40.109 1.069 117,36 195,27 543.164
Francia 2.219 1.920 154 145 117,36 195,27 3.297
Total – UE 2.137.338 1.922.869 153.829 60.640 1.777.261
COAG