La crisis del sector de cítricos, y más en concreto el sector del limón, ha adquirido tintes tan dramáticos que la sitúan como la más grave de los últimos años, quizá la más grave de todas las que se han sucedido hasta ahora.
La producción de limón fino ronda los 650 millones de Kg, de los que aproximadamente el 60% se producen en Murcia, siguiéndolo por importancia los cultivos de Alicante, Málaga y Almería. En la presente campaña, se han vendido unos 200 millones de Kg, quedando todavía por recolectar otros 450 millones de Kg, y tal y como está avanzando la misma, todo apunta a que se quedarán en los árboles, sin recoger tan siquiera, unos 250 millones de Kg de limón fino, por ausencia de mercados en los que poder venderlos debido a la apertura de los mismos a las producciones argentinas y turcas, especialmente éstas últimas, auspiciadas al amparo de la liberalización comercial propugnada por la OMC.
Como es sabido, tras la campaña del limón fino se inicia la de la variedad verna, que está condenada al fracaso incluso antes de iniciarse, lo que agravará aún más una brutal crisis que afecta a muchos miles de pequeños cultivadores en las Vegas del Segura y a algunos grandes empresarios, pero que parece que no inquieta en una región como la nuestra en la que, al parecer, lo único que escandaliza es la política hídrica o, lo que es peor, la manipulación política partidista de todo lo que tiene que ver con la grave sequía que padecemos y con la falta de agua para algunos regadíos.
No parece ser este el caso del limón, cuya producción ha sido muy notable y que se enfrenta al hecho de que nuestros mercados europeos naturales, que tantos años nos han costado ganar, están siendo abastecidos por productos procedentes de otros países, debido a la apertura, como antes decíamos, de los mercados a las producciones de terceros países auspiciada al amparo de la liberalización comercial propugnada por la OMC, tantas veces denunciado por COAG Murcia y por el resto de organizaciones del sector ya que pone en manos de las grandes cadenas de distribución la disponibilidad de alimentos, aún sin garantía sanitaria algunos de ellos, quedando el sector en absoluto abandono y a merced, en todo caso, de las industrias de transformados que tampoco tienen toda la capacidad de producción y venta del producto que quisieran.
Ante esta situación, COAG Murcia ve imprescindible la intervención del Presidente de la Comunidad Autónoma para que, al más alto nivel, se pongan en marcha soluciones con las que se comiencen a superar una crisis que, lejos de ser coyuntural se ha convertido desde hace algún tiempo en estructural.
COAG