Nota de prensa
LA UNIÓ-COAG exige al presidente del Gobierno, José Mª Aznar, la dimisión inmediata del ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, por su incompetencia e incapacidad para resolver el actual estado de veto a las clementinas valencianas en Estados Unidos. Asimismo esta organización reclama el cumplimiento del actual protocolo fitosanitario con Estados Unidos porque no existe ninguna prueba fehaciente que demuestre que éste se ha incumplido.
LA UNIÓ-COAG señala que más de un mes después de iniciarse el veto no sólo no se pueden exportar clementinas sino que no hay previsiones fiables de que el asunto pueda resolverse para posteriores campañas. El último capítulo de este conflicto protagonizado ayer por una delegación española en Estados Unidos es la gota que colma el vaso de la paciencia del sector citrícola valenciano, a juicio de LA UNIÓ-COAG. Según esta organización ni se logró desbloquear el conflicto ni las autoridades norteamericanas son capaces de presentar ningún escrito que demuestre el envío de clementinas valencianas con larvas vivas de mosca del Mediterráneo a dicho país.
LA UNIÓ-COAG cree que el gobierno español ha sido y sigue siendo muy lento e incapaz de reaccionar de forma efectiva ante este grave problema para nuestra citricultura porque no se entiende negociar una cosa que realmente no ha pasado como es el de la aparición de larvas de mosca en Estados Unidos. Las sucesivas reuniones con el sector, los contactos con las autoridades estadounidenses, las ambiguas declaraciones de intenciones no han servido para nada en todo este tiempo.
Joan Brusca, secretario general de LA UNIÓ-COAG afirma que «las últimas actuaciones a la desesperada del ministerio de Agricultura, tras semanas de marear la perdiz, no han servido tampoco para resolver la situación y mientras Estados Unidos ya ha notificado oficialmente en la Organización Mundial del Comercio (OMC) el veto hacia las clementinas españolas, aquí nuestros gobernantes siguen dándole otro plazo de un mes en lugar de recurrir a otras medidas».
El secretario general de LA UNIÓ opina que el gobierno español debería haber tomado ya hace tiempo medidas de presión tanto en los organismos internacionales como en los europeos. Brusca dice que es una auténtica burla hacia las citricultores valencianos y que la situación se asemeja «a una opera bufa con tanto despropósito de una y otra parte. El gobierno de Estados Unidos se muestra incapaz de presentar ningún tipo de documento por escrito donde se certifique que hay irregularidades en el protocolo fitosanitario, mientras que el gobierno español le ríe las gracias sumándose a la farsa otorgando más margen de tiempo para no se sabe bien qué».
COAG