COAG exige mecanismos de control de la producción porcina para evitar las caídas de precio

Nota de COAG
Los productores de porcino de la UE han visto como las cotizaciones de la carne de cerdo de cebo han descendido de manera preocupante hasta alcanzar el mínimo de los últimos tres años, 0,85* euros / Kg., en la segunda semana de diciembre. Además, en el Estado español los productores de lechones ha sufrido una caída del precio de un 14% en lo que va de año, que unida a las pérdidas que venían arrastrando del año 2002, dificulta la supervivencia de los ganaderos dedicados a esta actividad. Esta alarmante caída de precios, junto al significativo aumento de los costes de producción, han puesto en peligro la viabilidad de las explotaciones familiares.

La causas de esta delicada situación en la UE las podemos encontrar en una saturación del mercado interior propiciada por:

Una disminución de las exportaciones comunitarias de carne de cerdo de un 6,2% en lo que va de año. Rusia y Japón, tradicionales compradores de carne de cerdo procedente de la UE, están imponiendo medidas de regulación de sus importaciones. En el caso ruso mediante la imposición de contingentes de importación ( que han conseguido disminuir sus importaciones en un 20%, aumentar los precios percibidos por los ganaderos en un 10% y estimular el aumento de su producción) y en Japón, con la aplicación una de la cláusula de salvaguardia cuando sus importaciones sobrepasan ciertos límites. La fortaleza del Euro con respecto al dólar también ha dificultado la posición competitiva del cerdo europeo.

Aumento de las importaciones en un 25%, principalmente de países con unos costes de producción mucho menores y con una legislación laboral, sanitaria, media ambiental y de bienestar animal mucho menos exigente que la comunitaria.

Aumento de la producción. A pesar de la caída de precios, la producción en el Estado español ha aumentado un 1,3% en 2003 respecto al año anterior. La evolución en los últimos diez años ha sido espectacular, alentada sobre todo por la entrada de capitales, originarios de otras actividades, para la puesta en marcha de macro-granjas. En algunos Estados Miembros ( como es el caso de Dinamarca) la tasa de autoabastecimiento ha llegado a situarse por encima del 800 %. Esto hace inevitable la dependencia del mercado exterior a la hora de comercializar las producciones de la UE.

Mecanismos de regulación ineficaces, con una OCM antigua entre cuyos mecanismos de regulación destacan solamente los relacionados con el almacenamiento privado ( recientemente puesto en marcha por Bruselas pero insuficiente), restituciones a la exportación ( condenado a desaparecer en el marco de la OMC) y medidas de intervención que normalmente se ponen en marcha en casos de crisis sanitarias.

A todo ello se une el aumento de los costes de producción que han tenido que soportar los ganaderos, originado por el elevado precio de las materias primas utilizadas en la alimentación animal, principalmente el de la soja importada de EE.UU. ( aunque también la reducción de cosecha en la UE por las adversas condiciones climatológicas ha propiciado un aumento de 30% en le precio de maíz, trigo o cebada, ), y una normativa comunitaria en materia sanitaria y de bienestar animal cada vez más exigente.

Ante esta preocupante coyuntura, COAG exige a las autoridades comunitarias el establecimiento de mecanismos de control de la producción para evitar este tipo de desajustes. En este sentido Pedro Castro, responsable de Producción Ganadera de COAG, ha apuntado que «en los últimos años hemos asistido a la entrada de especuladores que buscan rentabilizar sus inversiones con la creación de macro-granjas que dan lugar a excedentes desmesurados y ponen en peligro el desarrollo de las explotaciones familiares, por la presión que ejercen a la baja en los precios. Es necesaria una protección del modelo productivo de la explotación familiar, por ser el único que garantiza un producción de calidad a precios razonables, el bienestar animal y el respeto con el medio ambiente».

También es imprescindible un mayor control de las importaciones, con el objetivo de que las producciones procedentes de terceros países cumplan las exigencias sanitarias, de alimentación, de bienestar animal y medioambientales, exigidas por la UE a la producción porcina comunitaria, a la vez que se hace antoja necesario por parte de la UE facilitar las exportaciones de la producción porcina comunitaria para evitar la saturación del mercado interior

COAG

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