Nota de COAG
La Coordinadora de Agricultores y Ganaderos, COAG, insta al Gobierno a que establezca definitivamente un gasóleo profesional agrario, con un precio social, que permita a los agricultores y ganaderos producir alimentos de calidad a precios razonables. Ante las nuevas subidas de precio del petróleo, el gasóleo de uso agrícola ha registrado un incremento en el último mes de 0.05 €/litro, 7,25 de las antiguas pesetas.
El sector agrícola, a diferencia de otros sectores o actividades económicas, es un tipo de actividad en el que resulta absolutamente imposible absorber una estructura de costes con un incremento de los precios tan enorme como el experimentado por los hidrocarburos; un profesional agrario según los precios actuales, soporta en media un gasto de 630 € al mes solamente en gasóleo. Para el sector agrario el coste de producción, durante el pasado año, en Energía y Lubricantes supone 1.144,2 millones euros.
De esta forma es muy difícil lograr un incremento de la productividad, máxime cuando los agricultores tienen controlados no sólo el precio de sus productos sino que, además, tienen limitada la capacidad de producción.
Otro aspecto a analizar es la importancia de los consumos intermedios/costes de producción, entre los que se encuentran los lubricantes, sobre la Renta Agraria. En el último año estos costes suponen un 60% de la Renta Agraria situándose en los mismos niveles que en los comienzos de la década de los 90. De esta forma, las inversiones realizadas por el sector para la reducción de costes se han visto descompensadas por el encarecimiento de los medios de producción (entre ellos debido al encarecimiento de los precios del gasóleo).
El aumento excesivo en el precio del gasóleo agrícola ha puesto una vez más, en alerta a nuestra organización y por ello COAG vuelve recordar la necesidad de poner en marcha un gasóleo agrario profesional, ajeno a cualesquiera factores económicos, políticos o sociales que puedan repercutir en su precio, de forma que permita a los profesionales agrarios a Título Principal producir con garantías de mantener sus explotaciones y suministrar a la sociedad alimentos de calidad a precios competitivos.
Para ello es imprescindible que su uso se destine de forma exclusiva a la actividad agraria o en todo caso para el sector primario, dotándole además de determinados beneficios fiscales.
Por ello, COAG propone:
Exención del impuesto especial de hidrocarburos para el gasóleo utilizado en las actividades agrícolas y ganaderas (0.08€./ L).
Aplicación de un tipo reducido de IVA para el gasóleo consumido por los profesionales agrarios.
Establecimiento de un precio social 0,27 euros/litro para los agricultores y ganaderos a título principal.
El Estado español ha perdido una gran oportunidad para reducir la fiscalidad del gasóleo agrícola tal y como han llevado a cabo otros países de la UE como Francia, que aplicó una reducción del impuesto especial de hidrocarburos o Portugal, que garantizó un precio determinado de gasóleo agrícola, que en el caso de sobrepasarse es asumido por el propio Gobierno
COAG