Remitido por COAG-IR Castilla-La Mancha:
La Presidencia Luxemburgesa ha presentado una propuesta en el Consejo que recorta los gastos agrarios aún más de lo que inicialmente había estimado necesario la Comisión Europea, hasta situarlo en los 295.100 millones de euros para el período 2007-2013; lo que colocaría el nivel de gasto agrícola en alrededor del 40 % del presupuesto de la U.E., cuando hace 15 años representaba aproximadamente el 60 %.
COAG-Iniciativa Rural rechaza el que se recrimine a la Política Agrícola Común un elevado nivel de gasto. Es evidente que su participación en el presupuesto de la U.E. ha de ser necesariamente alta puesto que es incluso hoy la más Común de las Políticas. La U.E. no cuenta con una política común de empleo, ni de justicia, ni de educación, ni de seguridad, ni de sanidad… en consecuencia, el presupuesto es absorbido por la única política en la que verdaderamente los Estados miembros comparten sus gastos a través de las arcas comunitarias.
Por otro lado, COAG-IR subraya que ese nivel de gasto responde al modelo de agricultura que la Unión Europea ha querido tener. La Unión Europea ha apostado por una agricultura respetuosa con el medio ambiente y el bienestar de los animales, que ofrece garantías sanitarias y unos ciertos parámetros de calidad al consumidor y todo ello a precios razonables. Todas esas exigencias representan un coste que, en buena lógica la sociedad que las demanda debe estar dispuesta a asumir.
Además, lo que hoy se conoce como Unión Europea y lo que se proyecta de ella hacia el futuro se ha podido asentar gracias a que la Política Agrícola Común ha sido el eje vertebrador en torno al cual los Estados miembro han ido poniendo mimbres. La Unión Europea no se puede permitir el lujo de desmantelar su Política Agraria, ni de prescindir de un sector estratégico como es la agricultura, que gestiona prácticamente el 80 % del territorio.
COAG-Iniciativa Rural ha denunciado en reiteradas ocasiones que el gasto en Política Agraria debería ser mejor utilizado y distribuido, para que el 80 % de las ayudas no se concentre en el 20 % de los productores (tal y como viene ocurriendo todavía a pesar de las sucesivas reformas acometidas) y para que se priorice a favor de los agricultores y ganaderos profesionales. No obstante, esos fondos, aún mal distribuidos han contribuido a sostener la actividad económica y el tejido social en el medio rural europeo y, por ende, español y castellano-manchegos. A este respecto conviene recordar que Castilla-La Mancha es una de las regiones españolas en donde la dependencia de las ayudas europeas es más alta, estimándose que entre un 30 % y un 40 % de los ingresos medios de las explotaciones agrarias de nuestra región proceden de las ayudas comunitarias.
Por último, COAG-Iniciativa Rural de Castilla-La Mancha desea subrayar que es el momento en que los ciudadanos europeos y muy particularmente los agricultores, comencemos a reflexionar si podemos confiar -no en Europa, que es a todas luces un proyecto ilusionante- sino en quien se pone al frente de las instituciones europeas. Para esta organización es más que dudosa la competencia y la credibilidad de unos dirigentes, gobernantes, políticos y burócratas que cada dos años replanifican presupuestos, reorientan políticas, renegocian acuerdos internacionales, reforman mecanismos financieros y, en definitiva, ponen patas arriba a la Unión Europea. En este sentido, tras aprobarse la Reforma de la PAC (que recordemos, que ni siquiera se ha llegado a poner plenamente aún en marcha en España y que sucedió también en breve tiempo a la anterior Reforma de la Agenda 2000), se comprometió un presupuesto para financiar la política agraria común de los próximos años. Si ahora se produce un nuevo recorte de los fondos agrícolas pactados en la última Reforma, los agricultores europeos tendremos razones más que suficientes para sentirnos engañados por las instituciones comunitarias. Son este tipo de actitudes las que mueven a los ciudadanos a rechazar, como se ha visto en los últimos referéndums sobre la Constitución Europea, un proyecto que, por culpa de quien tiene la responsabilidad de conducirlo, acaba resultando tan desconcertante que no sabemos a donde nos lleva.
Por todas estas razones, COAG-Iniciativa Rural insta al Gobierno español a que defienda con igual intensidad los Fondos Cohesión y los Fondos Agrícolas y a que no admita, en estos últimos, ningún recorte adicional a los ya aprobados en la anterior Reforma de la PAC, llegando si fuera necesario a utilizar el derecho a veto, tal y como han anunciado que podrían hacer otros Estados miembros para defender sus intereses.
COAG-IR CLM