COAG-IR pide que el trasvase Tajo-Segura se extienda a todas las cuencas hidrográficas

COAG-IR ha justificado esta petición en que la planificación hidrológica en materia de regadíos constata que, de las 20 zonas de demanda agraria que hay en la Cuenca Alta del Guadiana, en 17 no hay agua para garantizar la demanda de abastecimiento.

Para corregir esta situación , la Confederación Hidrográfica del Guadiana ha propuesto reducir las demandas cerca de un 30 por ciento , al pasar de los 562 hectómetros cúbicos actuales a 407 en el 2015, mediante la sustitución de cultivos exigentes en agua por otros que requieran menos cantidad, la transformación de cultivos de regadío en secano o en superficies forestadas, el control de las extracciones , erradicación de las extracciones ilegales, modernización de regadíos y sustitución de demandas por utilización de recursos procedentes de aguas depuradas.

Sin embargo, parte de estas medidas están contempladas en el Plan Especial del alto Guadiana desde 2002 y aún no están funcionando, según ha denunciado la organización agraria para la que el recorte de la demanda supondría un trauma económico para los agricultores.

En este contexto, COAG-IR considera que el déficit de la Cuenca Alta del Guadiana debería tratarse de la misma manera que se hace en la planificación hidrológica que se está estudiando para la del Segura, una cuenca tan deficitaria o más que la primera y en la que, sin embargo, se prevé solo un recorte del 7 por ciento en el regadío (frente a un 20 % en el Alto Guadiana), además de multiplicar por cuatro sus demandas para campos de golf y pretender cubrir sus necesidades de regadío con 400 hectómetros cúbicos anuales procedentes del Trasvase Tajo-Segura.

“Si no hay agua ni trasvases, no hay trasvases para nadie. Pero si hay trasvases y agua para trasvasar, una vez que se respete la prioridad de la cuenca cedente, se cubra la imposición de los caudales ecológicos y de las necesidades de la Cuenca del Tajo, esta solución se debería contemplar igualmente para la Cuenca Alta del Guadiana”, subrayan desde la organización agraria que considera que hay dos varas de medir para los agricultores, según en qué cuenca se encuentren.

Por otro lado, COAG-IR ha trasladado al comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, Samuel Moraleda, la necesidad de articular medidas para amparar a los pozos que están fuera de los acuíferos sobreexplotados y para los que la Ley de Aguas sólo permite regar, con un máximo de hasta 7.000 metros cúbicos, la parcela en la que se encuentra y , excepcionalmente, otras parcelas próximas que sean propiedad del mismo titular.

Sin embargo, esta particularidad no se corresponde con la situación real del Alto Guadiana, donde existen numerosos pozos comunales cuyos propietarios no pueden utilizarlos, pese a que su regularización contribuiría a optimizar la gestión de los recursos hídricos y la racionalización de los costes de producción.

COAG-IR

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