COAG-IR plantea como principales retos para 2005 las ayudas al olivar y el futuro de los regadíos

El secretario regional de COAG-IR en Castilla-La Mancha, Antonio Castellanos, considera que el año 2004 ha estado marcado por el desconcierto derivado del cambio de Gobierno y por el cierre de las negociaciones de aplicación de la PAC, así como por la crisis del petróleo y la enfermedad de la lengua azul.

Para el próximo año COAG-IR pide al Gobierno soluciones eficaces para los principales problemas que afectan al campo castellano-manchego como son el olivar y los regadíos. Según Castellanos es necesario que el Ejecutivo autonómico concrete en qué consistirá el anunciado programa regional de apoyo al olivar tradicional que ampliará las ayudas hasta los 300 euros por hectárea tal y como solicitaba el sector para poder subsistir. En este sentido, COAG-IR reclama que estas ayudas se hagan efectivas y no suceda como con ‘las malogradas ayudas agroambientales del olivar derivadas de la reforma de la OCM en 1998’.

Asimismo la organización agraria afirma que ya ha llegado la hora de retomar las negociaciones de la mesa del Alto Guadiana, tras más de un año de aplazamientos ‘puesto que es necesario hacer una seria reflexión sobre los regadíos en Castilla-La Mancha’. Según Castellanos en otras regiones ya se ha discutido acerca de los problemas hídricos y es peligroso que Castilla-La Mancha se quede al margen de esos debates.

Por otro lado, COAG-IR cree que el próximo año será fundamental para analizar el porvenir del vino en la región y para ello habrá que estudiar los resultados del primer año de trabajo de la Fundación ‘Tierra de Viñedos’, así como plantear la futura OCM del vino.

En cuanto a las ayudas de la PAC, la organización agraria asegura que vigilará el proceso de recepción de las cartas que informan de los derechos de cobro a los agricultores y ganaderos y que tendrá lugar durante el primer cuatrimestre de 2005.

Sobre la pasada campaña agrícola, Antonio Castellanos ha afirmado que ‘se ha tratado de un año de buenas cosechas en general pero de malos precio’. A los bajos precios de venta hay que añadir los incrementos en los costes de producción derivados en gran medida por el aumento del precio de los carburantes.

Coag-Ir

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