El descenso de los precios del aceite de oliva y el incremento de los costes de producción hacen peligrar el sector en Castilla-La Mancha, la segunda productora de aceite del país , según ha denunciado el responsable oleícola de la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas-Iniciativa Rural (COAG-IR) de Castilla-La Mancha, José Vicente Fernández de Sevilla, que ha demandado la actualización de los precios de almacenamiento privado y una mayor sensibilidad hacia los olivos tradicionales, en riesgo de abandono.
Aunque la reducción de precios no es nueva, en el último año se ha acentuado considerablemente hasta situarse en el nivel más bajo de las últimas 5 campañas al alcanzar un descenso medio del precio del 29% en el aceite de oliva virgen extra, del 27% en el aceite de oliva virgen y de 24% en el aceite lampante.
La disminución del precio registrado esta campaña, no se corresponde con la ley de la oferta y la demanda como ocurrió en la anterior en que la producción batió récords históricos al situarse en 112.432 toneladas, ha señalado Fernández de Sevilla que ha cifrado en 57.528,7 toneladas de aceite producidas hasta el momento en la región desde que se iniciara la recolección de la aceituna, en noviembre de 2008 y sin incluir aún el mes de febrero.
Por otra parte, los costes de producción se han incrementado fuertemente en el último año, lo que dificulta aún más la rentabilidad del olivar, sobre todo en Castilla-La Mancha en la que el 45 por ciento de las plantaciones está en riesgo de abandono por localizarse en zonas desfavorecidas y de montaña, unas características que, a juicio del dirigente agrario, requieren por parte de la Comisión Europea una “mayor sensibilidad”.
“Se trata de olivares tradicionales que vertebran nuestro paisaje rural, además de una fuente de ingresos para cientos de municipios castellano-manchegos”, ha apostillado Fernández de Sevilla que ha recordado que el umbral de rentabilidad de estas explotaciones está mucho más ajustado, ya que nuestros olivares no cuentan con el nivel de ayudas que otras Comunidades Autónomas obtuvieron como consecuencia de los resultados de la inclusión del olivar en Pago Único.
Asimismo el responsable del sector del aceite de COAG-IR ha incidido en la necesidad de la actualización del umbral de precios por el cual se desencadena el almacenamiento privado, ya que éstos se fijaron en los años 90 y no van acordes con el incremento de costes que tienen que soportar los olivicultores en sus explotaciones.
La organización agraria reclama un precio para el almacenamiento del aceite de oliva virgen extra en torno a los 2.400 euros por tonelada para que este mecanismo cumpla eficazmente la función para la que fue creado, en vez de los 1.779 euros por tonelada que se contemplan en la actualidad.
Ante este crítico panorama, COAG-IR está elaborando un texto en apoyo al sector oleícola que se remitirá a los ayuntamientos de la comunidad autónoma a modo de moción institucional, para su aprobación plenaria.
COAG-IR