Nota de COAG
La Comisión Europea prepara el camino para el desmantelamiento de la OCM de frutas y hortalizas. La simplificación que se propone para la OCM está en línea con las últimas reformas de la Política Agraria Comunitaria y va encaminada a posibilitar el establecimiento de la OCM única. El borrador de propuesta de la Comisión Europea plantea modificaciones de gran calado para un sector que afronta una situación muy difícil, en el que muchos agricultores incluso se ven obligados a abandonar sus explotaciones por falta de rentabilidad.
COAG considera que el borrador de propuesta para la Organización Común de Mercado (OCM) no va a permitir mejorar la renta de los productores, ni solucionar muchos de los problemas del sector. El agricultor profesional de la UE produce alimentos sanos y de calidad, cumple una labor de sostenimiento medioambiental y de mantenimiento del paisaje, demandada por la sociedad, y vertebra el medio rural, asegurando puestos de trabajo y fijando población. Sin embargo, estas externalidades positivas para el conjunto de la sociedad no son compensadas e incluso llegan a ponerse en duda. El sector de frutas y hortalizas seguiría estando insuficientemente considerado en la PAC de la Unión Europea y se mantendría el tratamiento discriminatorio en el presupuesto de la PAC respecto a otros sectores agrícolas de carácter más continental.
COAG valora negativamente la eliminación de las retiradas y la potencial introducción de éstas en el sistema de pago único, reduciendo el presupuesto de la OCM de frutas y hortalizas y permitiendo la posibilidad a los Estados Miembros de beneficiar en mayor medida a aquellos que más retiradas han efectuado, es decir, aquellos que peor han gestionado y planificado su campaña. COAG considera que las retiradas de frutas y hortalizas siguen siendo absolutamente necesarias para gestionar los excedentes coyunturales, debido al carácter variable y no programable de las producciones. La creación de un fondo de gestión de crisis puede resultar una actuación positiva pero siempre que sea complementario a las retiradas financiadas en su totalidad con fondos públicos y no ser el único instrumento posible para la gestión del mercado.
COAG continúa apostando por que las ayudas estén ligadas a la producción o al hecho de producir y por tanto no se considera adecuada la opción del desacoplamiento ya que supondría la desaparición del sector en algunas zonas. Además, el paso de las ayudas a la transformación al sistema de pago único, liberalizando las tierras de frutas y hortalizas, puede tener consecuencias desestabilizadoras para los mercados y distorsiones que no han sido evaluadas por la Comisión Europea. Por otro lado, se elimina el efecto regulador que supone el destino a industria para el mercado en fresco y se pone en peligro el tejido industrial y la competitividad de las industrias transformadoras europeas.
Respecto a las Organizaciones de Productores, COAG considera adecuado que continúen siendo el pilar sobre el cual concentrar la oferta, pero las propuestas presentadas por la Comisión resultan limitadas, continuistas y de poco atractivo para los agricultores. Si bien se aumentan los posibles casos en los que el porcentaje de cofinanciación se eleva al 60%, mantener el máximo de financiación con fondos europeos en el 4,1% del Valor de Producción Comercializada, limita la capacidad de mejorar la competitividad de las Organizaciones.
COAG considera un error la no constitución de un Observatorio Público a nivel comunitario, que permita conocer los precios y las prácticas comerciales a lo largo de la cadena de distribución que sería un instrumento muy útil para reforzar el papel de las Interprofesionales, que por otra parte no ven mejorada su situación en la propuesta.
Por último, COAG observa con decepción el hecho de que la Comisión no presente mejoras en su borrador de propuesta respecto a una de los principales problemas que afectan al sector, las importaciones de terceros países. La Comisión no apuesta por contener las concesiones comerciales a países terceros que vulneran la preferencia comunitaria. Es necesario asegurar que las producciones de países terceros que se importan a la UE cumplen los mismos requisitos de calidad y seguridad que respetan los agricultores europeos, en beneficio de los consumidores y de la seguridad alimentaria.
El documento esta siendo analizando por el Grupo Interservicios creado para la realización de la reforma en el que participan varias Direcciones Generales de la Comisión. Está previsto que la propuesta final sea presentada de manera pública a finales de diciembre o principios de enero.
COAG