COAG: ‘La industria forraje se amparó en mayor penalización para presionar los precios a la baja’

Nota de COAG

El Comité de Gestión de Cereales de la UE ha establecido el importe de la ayuda definitiva para forrajes desecados en la campaña de comercialización 2003/2004; los forrajes deshidratados tendrán una ayuda definitiva de 66,15 euros / tonelada, lo que supone una penalización del 3,5 % por rebasar la cantidad máxima garantizada para este sector.

Este porcentaje de penalización es significativamente menor que el que hace tres meses, en plena época de contratación, señalaron las industrias de transformación, cercano al 8%. Antonio Pano, responsable del sector de Forrajes de COAG, ha apuntado que «el desfase entre las previsiones interesadas de la industria, realizadas por la Confederación Europea de Industriales Deshidratadores de forrajes, CIDE, y la penalización real, obedece a una práctica desleal por parte del sector industrial para presionar los precios a la baja. El agricultor es el más perjudicado por esta actuación ya que, bajo la excusa de un mayor recorte de la ayuda a la transformación del forraje, la industria firma contratos a precios más reducidos».

A esta situación hay que unir la aplicación de la reforma de la PAC en este sector, por la que partir de la campaña 2005/2006 la mitad del presupuesto comunitario se trasvasará al pago único por explotación y sólo el 50% se destinará a la transformación industrial. COAG aboga en este sentido por dotar al sector de la mayor flexibilidad posible de manera que la industria pueda reducir sus costes al máximo (por ejemplo concediendo libertad para elegir la temperatura a la que se puede deshidratar, ya que a menor temperatura la inversión en equipos es mucho menor). Sin embargo, la industria y las cooperativas incomprensiblemente son partidarias de mantener las restricciones de temperatura mínima, lo que limita las posibilidades de ahorro en los procesos de transformación.

El mantenimiento de esta posición va en detrimento de los agricultores, ya que la industria para compensar la reducción de la ayuda con la nueva PAC y asegurar su nivel de ingresos intentará amortiguar sus pérdidas reduciendo los precios pagados a los productores. «Si el sector de forrajes quiere asegurar su futuro, debe garantizar el nivel de renta de los agricultores con unos precios razonables, que aseguren la viabilidad de este cultivo en nuestro país», ha señalado Antonio Pano.

España es el primer productor mundial de forraje transformado, con una producción media anual en torno a dos millones de toneladas. En nuestro Estado gozamos de unas condiciones inmejorables para la producción y el secado de forrajes de alta calidad, ya que estos cultivos están perfectamente adaptados a nuestras condiciones agroclimáticas que posee grandes ventajas agronómicas (bajas necesidades de fertilización y laboreo, escasa incidencia de plagas y enfermedades) y produce grandes beneficios ambientales como la reducción de la contaminación por nitratos y fitosanitarios, la reducción de energía dedicada al laboreo y el reciclaje de abonos orgánicos procedentes de la ganadería. Además, la alfalfa, con su parte de proteína de calidad, ayuda a reducir el importante déficit estructural de proteína de origen vegetal que padece la UE y que actualmente se suple con soja importada de EE.UU, Brasil y Argentina.

COAG

Deja una respuesta