COAG: ‘La renta agraria ha descendido un 7,3% en términos reales en las dos últimas legislaturas’

Nota de COAG
Si se observa la evolución de la renta agraria desde 1990, y analizando los datos en términos reales, la renta agraria total ha permanecido estancada durante los cinco años 1999-2003, produciéndose una bajada durante el último año 2003, a unos 13.902,8 millones euros reales. Supone además que desde 1990 la renta agraria no ha aumentado.

Cabe mencionar que desde el año 1996 el valor de la renta agraria constante/real ha disminuído. Si en ese año el índice sobre 1990 era de 108,9, en el año 2003 dicho índice se ha situado en 101,0 lo que supone un descenso en términos reales de un – 7,3%

Ello significa que las producciones agrarias no están generando un mayor valor añadido para los agricultores y ganaderos lo que resulta muy preocupante.

Si se considera la actividad laboral, evolución del número de activos y horas trabajadas hay que destacar el gran descenso de activos que se estima en un 4,6% (39.000 activos) durante el año 2003 respecto al 2002 y de un 13,5 % (131.000 activos) en los últimos 8 años (2003 respecto a 1996). Teniendo encuenta la gran pérdida de activos agrarios, se obtiene un incremento de la Renta Agraria por Unidad de trabajo en términos constantes de tan solo un 3,8%

Hay que indicar además que la agricultura y ganadería españolas se encuentran en una situación comparativamente desfavorable respecto al resto de sectores económicos, considerando unos valores medios. Así, el valor añadido bruto medio por ocupado en la agricultura solamente representa el 60% del valor añadido bruto medio por ocupado del conjunto de la economía. En estas condiciones, no es el sector agrario el que puede atraer a los jóvenes que empiezan su vida laboral

A juicio de Miguel López, secretario general de COAG, “de estos datos se deduce que ni la PAC, ni la política agraria de Estado se han orientado a corregir los desequilibrios sectoriales, regionales y sociales que siguen afectando a la agricultura y su imagen pública. Por el contrario, se ha mantenido una política que perpetúa una situación injusta para los agricultores profesionales y la explotación familiar. Tampoco el Ministerio de Agricultura español está haciendo una gestión adecuada de las ayudas directas de forma que los recursos se puedan reorientar hacia aquellas explotaciones que más están sufriendo con la situación actual”.

Los agricultores se encuentran cada vez más dificultades para mantener su actividad puesto que al mismo tiempo que sus ingresos disminuyen, sus costes se incrementan. Una de las consecuencias es la desaparición de gran número de explotaciones agrarias, por la bajada de los precios en origen.

Por consiguiente, no será posible mantener un modelo europeo de agricultura (“un medio rural vivo”) con unas rentas obtenidas a través de las producciones agrarias y ganaderas, sin garantizar a la población agraria un nivel de vida digno.

En este sentido, COAG propone la aplicación y desarrollo de una Ley Marco de Agricultura y Desarrollo Rural que contemple toda esta problemática y articule respuestas para los agricultores y ganaderos que desean seguir ejerciendo su profesión y viviendo en el medio rural. El gran reto para el futuro debe ser la generación de un mayor valor añadido en las producciones agrícolas que permita incrementar los ingresos

COAG

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