COAG lamenta la supresión de las normas de calidad que sólo beneficia a los grandes exportadores

Este proyecto de Reglamento ha sido adoptado por la UE con el voto en contra de los principales países productores comunitarios ya que supone un paso atrás en las cotas de calidad alcanzadas por el mercado europeo. En contra de la opinión de 16 Estados Miembros, se han suprimido de un plumazo las normas de calidad de 26 productos, lo que enturbia la transparencia del mercado comunitario y abre la puerta a la oferta de baja calidad de países terceros.

“Al establecer que se puedan comercializar productos defectuosos, no se está beneficiando ni a los agricultores ni a los consumidores; todo lo contrario, esta medida provocará el rechazo del consumidor ante un producto que no estará en óptimas condiciones. Los únicos que sacarán provecho de esta medida son las grandes comercializadoras europeas de productos de países terceros, que convertirán el mercado comunitario en un gran bazar de segundas categorías y que, además, no se tendrán que molestar en mantener en buenas condiciones las frutas y hortalizas expuestas en los lineales de sus supermercados”, explica el responsable de frutas y hortalizas de COAG, Andrés Góngora.

De cualquier forma, COAG considera que con esta medida la Unión Europea prioriza las normas de calidad de cada Estado Miembro, por lo que ahora el Gobierno central tiene la oportunidad de diferenciar nuestra producción mediante unas normas de calidad nacionales acordes con la excepcionales características de los productos españoles. En este contexto, la calidad será ahora más que nunca un arma en un mercado comunitario que se verá invadido por alimentos de pésima calidad.

La normativa aprobada ayer entrará en vigor el 1 de enero de 2009 y vendrá a reformar la reglamentación en vigor, haciendo caso omiso de la posición de las organizaciones que integran el sector productor de frutas y hortalizas, como COAG, que desde que se inició la tramitación de esta normativa la ha rechazado al considerar que afectará negativamente a la política de calidad defendida hasta ahora por la propia Unión Europea.

COAG

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