Se trata de una enfermedad parasitaria de las abejas que no se puede erradicar y necesita tratamientos anuales de forma sistemática. Según COAG, este Plan además debería de contar con una dotación presupuestaria mayor a la recibida actualmente.
Según ha manifiestado, el responsable de Apicultura de COAG, Tintxu Ruíz, debería aplicarse un Programa nacional específico de lucha y control contra esta enfermedad que llegó a España en la década de los ochenta haciendo desaparecer en aquellos años un millón de colmenas.
Aunque el Ministerio de Agricultura publicó a finales de mayo un Real Decreto que establece el programa Nacional de Lucha y Control de las enfermedades de abejas de miel, según Ruiz, se trata de una norma “genérica” sobre las mismas que centra sus objetivos en otro tipo de enfermedades exóticas o de alta patogenicidad que “no tienen una incidencia tan relevante como es la varroasis”.
El responsable de Apicultura de COAG considera además necesario que este Plan disponga de un montante presupuestario propio, mucho mayor de lo que suponen las ayudas establecidas a nivel comunitario y que van dirigidas a mejorar las condiciones de producción y comercialización de los productos de la apicultura.
Concretamente, según explica, se trata de una partida de 15 millones de euros para todos los estados miembro, de los cuales aproximadamente del 20 al 24 por ciento corresponden a nuestro país. Ruiz reconoce que España está ejecutando con “niveles óptimos” estas ayudas, no obstante las considera “genéricas y escasas” teniendo en cuenta que encabezamos la lista de productores comunitarios con 2,5 millones de colmenas.
Otros de los problemas actuales que vive el sector sigue siendo el aumento de importaciones de miel procedente de terceros países como China o Argentina sin cumplir los requisitos establecidos por la normativa europea. Según Ruiz, la miel española “es la más barata en el mercado internacional” ya que a los productores se les paga 1,20 euros por kilogramo mientras los supermercados la venden a 6 euros el kilogramo.
La mortandad de las colmenas -de la que aún se desconoce su causa- también preocupa mucho al sector. Esto provoca no sólo la bajada de la producción de miel y jalea sino también conlleva una menor polinización, “lo que repercute negativamente en las cosechas y calidad de los frutos”. En este sentido, Ruiz califica la situación actual del sector de “complicada” ya que además prevé que la producción caiga en torno a un 30 por ciento con respecto al año anterior por la sequía.
Por ello, y entre otras cosas, Tintxu Ruiz pide al MAPA una reducción de módulos definitiva “y no coyuntural” que les equipare a otros sectores ganaderos y más investigación para la apicultura “para saber que es lo que debemos hacer para evitar la muerte de las colmenas”
COAG