A pocos días de las Elecciones generales, COAG recuerda a los candidatos la urgente necesidad de apoyar políticas de desarrollo rural cuyo eje sea la actividad agraria y esencialmente las dirigidas a la mejora de las condiciones de vida de los habitantes del medio rural. Políticas que garanticen y fomenten la multifuncionalidad, frenen procesos de despoblamiento en las zonas rurales y propicien la interacción entre el medio urbano y el rural, valorando positivamente a los agricultores por las distintas funciones que realizan a favor de la sociedad en su conjunto (producir alimentos, gestionar el territorio, cuidar el paisaje y los recursos naturales, etc.).
Estas políticas deben incidir en la diversificación económica de las zonas rurales preservando las señas de identidad del medio rural y vertebrando la sociedad rural actual. Deben mejorar la capacidad competitiva de la agricultura asegurando la rentabilidad económica, social y medioambiental de la explotación agraria e incidiendo en medidas de fomento de la calidad de los alimentos, industrias agroalimentarias, agricultura sostenible y creación de empleo para los habitantes del medio rural. En todas estas políticas se debe otorgar protagonismo a los habitantes del medio rural y buscar la coordinación interinstitucional e interadministrativa de las mismas.
COAG demanda la potenciación de una participación real y corresponsable de los agentes sociales (especialmente Organizaciones Profesionales Agrarias) en los grupos de desarrollo rural. Las OPAs representativas también deben participar como interlocutores reconocidos y en aplicación del principio de cooperación de los fondos estructurales, en las fases de programación, seguimiento y evaluación de estas medidas en el periodo 2000-2006 y a partir del 2007.
Destacamos los siguientes objetivos sectoriales:
Ordenación del territorio. Protección del suelo de alto valor agrológico y forestal y dotación de servicios e infraestructuras adecuados para los habitantes del medio rural en igualdad de condiciones con las zonas urbanas.
Agricultura. Base de la economía del medio rural, se debe garantizar la preservación del tejido productivo agrario en todos los territorios. Mejora de la capacidad competitiva del sector y de su rentabilidad económica, social y medioambiental. Favorecer la incorporación de jóvenes al sector, creando puestos de trabajo en la actividad agraria, artesanal, cinegética, etc.
Diversificación del tejido económico y creación de empleo. Ocupación del actual suelo industrial disponible e instalación de PYMEs en el medio rural en función de criterios sociales y medioambientales adecuados al medio rural en que se inscriban.
Materia educativa y cultural. Garantizar un adecuado acceso de la población rural a la oferta educativa, con criterios y valores propios del medio rural, con modelos de enseñanza adecuados a las peculiaridades del medio rural y un desarrollo de los equipamientos necesarios para ello.
Materia sanitaria. Acercamiento progresivo de los servicios sanitarios al medio rural (no al contrario) y ordenación farmacéutica atendiendo a criterios de servicio no cuantitativos de población.
Vivienda. Acceso de los jóvenes del medio rural a vivienda en sus pueblos.
Infraestructuras. Transportes, comunicaciones, servicios, etc.
Para todo ello, es necesario una coordinación interdepartamental e interinstitucional que permita aplicar todas estas medidas con un enfoque integral. Además, es imprescindible intensificar las medidas de desarrollo rural contempladas a nivel europeo (Reglamento 1257/99), relacionadas con la Reestructuración/competitividad, Medioambiente/Gestión del territorio y la Economía Rural
COAG